Cifra(s) que no cierran

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Al otro día de encarar -sin vueltas- el tema de la violencia en el fútbol, sale una encuesta que, si bien se cuida de aclarar esa circunstancia, no deja de poner en tela de juicio la ejecutividad de un Ministro que hizo lo que nadie pudo antes. Porque es un hecho de la realidad que la “Comisión Honoraria para la prevención, control y erradicación de la violencia en el deporte” no pudo lograr lo que sí pudo Bonomi días pasados cuando les anticipó las nuevas medidas a aplicarse en el fútbol. De todos modos, las “cifras de Cifra”, redundan y no cierran del todo cayendo en la simplista interpretación de desmontar la impronta de Bonomi para asignar preferencia por la Policía desconociendo a quien hizo posible que a la misma se la perciba con mayor simpatía. Es evidente que el dato tiene un sesgo político inocultable...

Bonomi: mucho más que una cara bonita

Me tenté y robé el eslogan que se hizo con Couriel en la Vertiente Artiguista, una simpática campaña del año 1999. Es que me hizo acordar que se le critica muchas veces el tono adusto y serio de Bonomi cuando sale a defender su gestión y -por sobre todo- el papel de la Policía que reestructuró con decisiones que fueron resistidas por muchos pero que hoy empiezan a dar resultado.

¿Cómo se explica entonces que mientras se aduce resistencia al Ministro, la Policía -que responde al nuevo esquema y planificación que impuso la gestión de Bonomi- se la vea o entienda alejada y/o separada de éste como si nada tuvieran que ver sus decisiones en el trabajo diario de esa nueva y aceptada Policía?

Sinceramente cuesta creer que ese sesgo sea un real reflejo de la realidad y permita comprender -con un poco de racionalidad- la aceptación o rechazo de alguien sin que pesen las mismas condicionantes que hacen del trabajo policial un elemento de aceptación. Porque de hacerlo, es a todas luces errada la interpretación y solo la antipatía puede argumentarse como razón del rechazo pero que no puede considerarse seriamente una evaluación de desempeño.

El desempeño responde al trabajo en la gestión, esa misma que habla de una verdadera revolución y hace pensar que al inicio del último año se sepa y reconozca la existencia de una Nueva Policía uruguaya.

Seguramente sean las mismas razones políticas que pesaron mucho más cuando el propio Bonomi anunció que terminaría su período para hacer con ello el cierre de un ciclo de reformas que merecen (y necesitan) la permanencia de quien las llevó adelante y las hizo posible junto a su equipo.

Casi al final de la encuesta se reconoce que “el Ministro Bonomi es evaluado con la camiseta política puesta”; como no podía ser de otra manera y como el propio Bonomi sabe a la hora de sopesar el verdadero valor de una encuesta de este tipo.

Por otra parte, nada hay tan cierto como aquella máxima que dice que “mientras los hombres pasan, las instituciones quedan”, y eso lo sabe bien un Ministro que pasará como tantos otros sí, pero lo hará dejando una institución diametralmente diferente a la que recibió. 

Esta Nueva Policía, que empieza a ser aceptada y valorada por la población, recordará -por mucho tiempo- la gestión del "resistido" Bonomi.

el hombre pegó un grito,

el perro se hizo el sordo