TNU: entre el “delay” y el “rating”

 El martes 28 de febrero en su ciclo de Cine Nacional, el canal oficial uruguayo (TNU) emitió “Crónica de un sueño”, relato documental del triunfo de la izquierda desde la óptica de una chica que regresa al país en octubre de 2004  y registra el cambio de gobierno... “A través de la realidad cotidiana de una pequeña ciudad del interior del país, Melo, y en la intimidad de una familia de militantes...” según reza un breve comentario de la ficha técnica del film 
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Con un delay que podría tildarse de infrecuente en estos tiempos, las críticas a la emisión de dicho film por el canal de todos los uruguayos, (que agravió a connotados políticos ávidos de marcar perfil en 140 caracteres), llegó a los medios de prensa con un día de atraso. El programa del pajarito sin embargo, explotaba con los comentarios críticos a dicha emisión por parte de líderes de la oposición que se agraviaron por la falta de imparcialidad (?) del canal oficial.

Algunos de esos líderes (no todos), son los mismos que nada dijeron cuando por el año 1989 se censuró un video elaborado por familiares de desaparecidos a favor del voto verde.  Acá se va por la inversa, se agravian por la libertad existente que permite la emisión de un documental sin cortes. Parece un contrasentido por donde se lo mire pues -más allá de colores políticos partidarios- censurar en tiempos de democracia nunca es bueno. Un canal oficial no tiene que limitarse al momento de emitir un producto audiovisual basándose en esas razones, pues de hacerlo estaría vulnerando los derechos de la mayoría de la población que se dió a sí misma un gobierno legítimo y tiene el mismo derecho que tiene la minoría a tener en pantalla de su canal un producto como este. Y este argumento vale siempre y cuando se lo considere -con un criterio muy pobre, por cierto- solo como un producto político y no como el producto cultural que en realidad es.

Por otra parte las críticas tienen un lado positivo para las autoridades del canal y debiera poner ojo la Cámara de Anunciantes a este respecto. La agresiva secuencia de twits emitida y la amplia repercusión mediática que tuvo la misma (delay mediante), pone acento en un punto que antes pasaba como un barco en la noche. En efecto, la sola razón de ser un producto que formaba parte de la grilla de canal 5, bastaba para que fuera menospreciado. Sin embargo hoy, en pleno siglo XXI y tras un período de gobierno de izquierda, el canal de todos recupera prestigio.

Atrás quedó la anécdota que la entonces Directora Sonia Breccia contara a poco de iniciar su gestión, cuando enmendara la “falla técnica” intencional que tenía la triste función de disminuir la potencia de emisión. Tiempos en que no se escucharon voces al respecto de parte de los que hoy se agravian tanto.

No obstante eso, hoy en el canal de todos, ese del que se apropian los niños por un día cada año (insuperable medida que ningún otro medio aplica),  la teleaudiencia se incrementó al punto que estas críticas que ahora arrecian son prueba irrefutable de ello. No solo por los críticos -que tienen un perfil de televidentes que marcan al alza en el raiting para TNU- sino por la trascendencia que manifiestan esos protagonistas, tiene la emisión de un filme que -a su entender- es tendencioso y parcial.(?)

Lejos de criticar esa emisión habría que aprovechar los medios tecnológicos para sumar otros productos similares (del pelo y color que quieran), para ampliar la grilla de un canal que es patrimonio nacional.

Y que quede escrito también que hoy tenemos un canal que compite en igualdad -por la calidad de sus contenidos- con la red de canales privados que lejos de mejorar los suyos han pauperizado la grilla con enlatados de bajo nivel. Técnica y profesionalmente cuenta TNU con medios que nunca le dieron gobiernos anteriores.

El delay y el raiting se disputan en relación inversamente proporcional, cada vez con mayor fuerza, un rol de predominio entre los medios de comunicación. Aquel que baje el delay, tendrá la primicia y con ella un raiting que no descansa y que cambia permanentemente de dueño.

Así nos va...

el hombre hacía zapping,
el perro hacía rato que dormía en su casilla