Fuente imagen: peakpx.com |
A pesar de Google
Las mismas redes que hoy sirven de vehículo para la comunicación oficial (habría que auditar en serio un día para conocer el verdadero alcance de las mismas para tan importante misión), son las que desnudan rápidamente una encuesta presentada en el que fuera el informativo más visto de la caja boba uruguaya. El consultor Ignacio Zuasnabar nos regaló hace pocos días el resultado de su encuesta para conocer al personaje del año. Y como no podía ser de otra manera, la noticia vino encima de una tabla de surf, porque resultó ser ni más ni menos que el Presidente Lacalle Pou el agraciado por la misma. Algo que no parece descabellado a estar por todo el aparato comunicacional desplegado y por el sesgo que tienen últimamente los resultados de las encuestadoras, que -por cierto- son clientes privilegiados del oficialismo.
Lo más llamativo resultó cuando el acumulado de datos pasó a la esfera internacional y posicionó a nuestro surfista en el concierto mundial ante lo cual quedamos perplejos por la patriada. "Uruguay, no má!", le faltó decir al presentador de la encuesta pero ni así podría convencer con semejante dislate estadístico.
Es que -según leí en las mismas redes que utilizan quienes hacen hoy la comunicación oficial de gobierno- nuestro afamado e internacionalmente reconocido Presidente, pierde en las búsquedas contra Luis Suárez no solo a nivel nacional sino internacional, y ni hablar con Pepe Mujica, con el cual ni pica. Entonces, ¿cómo se puede ser tan obsecuente con una intención si resulta rápidamente demostrable la inverosimilitud del dato?, alcanza con un simple clic .
Y encima, nos quieren convencer de un estado de situación sanitario que no es real, para no estropear la naciente temporada que si bien mejora está absoluta y desbordadamente expuesta a un crecimiento exponencial de contagios que han empezado a saturar el primer nivel de atención sanitario. Recientes análisis de expertos como Miguel Fernández Galeano, determinan que la subestimación de esta variante nos podría poner en un riesgo mayor al implícito que encierra y que padecen hoy otros países que nos adelantaron resultados que parecen ser ignorados por las autoridades uruguayas, en procura de no afectar la temporada (o sus licencias, vaya uno a saber).
Lo cierto es que hoy hay sectores de nuestra población que esperan por la tercera dosis (de refuerzo) que no les llega, al tiempo que según todo indica, se reservaron para suministrar a los turistas que llegan al país en desmedro de los propios uruguayos. Todo lo cual confirma las palabras de José Mujica cuando expresó en estos días que se dejó "tirado a los viejos" para llevar dosis al este, a pesar que el Secretario de la Presidencia diga lo contrario, fue así.
¿Cómo es posible que Tinelli se vacune antes que mi madre, por ejemplo, que hace meses espera por su tercera dosis? Esto ocurre hoy en el Uruguay, mientras los contagios no paran de batir récords, la espera continúa para los más veteranos, relegados por ofrecer una razón adicional para venir a vacacionar al país: vacunarse contra el covid.
En tanto, el silencio oficial es notorio y ya no se apela a aquellas conferencias de prensa como las que se hacían cuando los datos eran mucho menos preocupantes que ahora. Resulta extraño ver tamaña dualidad de criterios comunicacionales, justo en momentos donde se pudo (y se debió) anticipar el escenario con simplemente atender lo que vivió Europa antes (igual que en ocasión de anteriores olas covid). Parece que nuevamente manda Don Dinero y se prioriza la recuperación de los puntos del PBI perdidos (que la temporada podrían conseguir), antes que la propia salud de los uruguayos.
Claro que ahora saldrán prestos a reflotar conceptos como la libertad responsable, y que la culpa es de los jóvenes que se aglomeran en fiestas ya no clandestinas sino habilitadas en balnearios que hacen parte de una estadística nefasta de crecimientos de contagios.
La paradoja vuelve a estar presente en departamentos como Rocha, por ejemplo, donde se suspenden los tablados por parte de la Intendencia pero no se procede del mismo modo con las aglomeraciones en playas y eventos públicos.
A esta altura, todo parece indicar que la ola que más preocupa al gobierno no es la de la variante ómicron sino la ola rosada que empieza a crecer y tomar forma, y para la cual habrá que ver si tiene tabla que la resista un Presidente surfista de corte "internacional".
No hay comentarios:
Publicar un comentario