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lunes, 12 de mayo de 2025

Mojones de la memoria

Cada mes de mayo nos interpela la imperiosa necesidad de conocer el destino de los 197 desaparecidos uruguayos; esos que todavía falta conocer su paradero final para devolver algo de paz a sus familias y a una sociedad uruguaya que no deja de buscarlos. Es así como, los colectivos de familiares, mantienen viva la incesante búsqueda por conocer el destino de sus hijos y amigos generando espacios donde mantener viva su memoria. Espacios llenos de vida que los recuerden para siempre, como es el caso del “Sendero de la Memoria” que se construye en el Parque Roosevelt donde se instalarán 197 mojones que recuerden a cada uno de nuestros desaparecidos. En este, como en todos los mayos que hagan falta, seguiremos diciendo "presente" de mil formas distintas para confirmar que siguen vivos en todos y cada uno de quienes los seguimos buscando…

La mañana arrancó gris y húmeda, sensación que se acrecentaba a la sombra de los majestuosos eucaliptus que forman parte de la flora del Parque Roosevelt, punto de concentración en que los colectivos de Crysol, Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos junto a la Asociación ¿Dónde están? de Francia, y muchas personas más, nos dimos cita. La convocatoria invitaba a una particular siembra en memoria de cada una de nuestras víctimas del terrorismo de Estado.

La idea del sendero prendió fuerte en la Comuna Canaria que tomó la iniciativa y la hizo realidad en un remozado Parque Roosevelt que –a poco de adentrarnos- da cuenta de bonitas intervenciones que invitan a recorrerlo.

A escasa cuadra y media aproximadamente de Avda. de las Américas, en un rincón especialmente recuperado y acondicionado para la intervención, nos encontramos con un sendero prolijamente construido en tosca y palos de pino, con mucha flora circundante que inspira paz, pero también, mucha vida en múltiples colores.

La idea –según relataron autoridades de la intendencia de Canelones allí presentes, fue construir un espacio donde la vida circundante llenara el ambiente donde se instalarán los 197 mojones construidos de durmientes de ferrocarril, y que representarán a cada uno de nuestros desaparecidos por el terrorismo de Estado. Mojones que tendrán el nombre de cada uno junto a un código QR que nos llevará a una página web con toda la información relativa al mismo, para que la memoria tenga como respaldo la información que muchos quisieron ocultar pero que los uruguayos seguiremos reclamando hasta que aparezcan todos.

Plano general Sendero de la Memoria -Pque.Roosevelt

El sendero es un rincón agreste, sinuoso, en el que ya se respira mucha paz y al que se lo está acondicionando para que sea un lugar de recogimiento y reflexión al tiempo de un espacio lleno de vida, en clara oposición a la intención de la desaparición forzada de la que fueron objeto. Un lugar que mantenga viva su memoria en cada árbol plantado que –también en cantidad de 197- se están sembrando en el lugar y que serán testigos implacables de la búsqueda de todos y cada uno de los allí recordados.

El recorrido estuvo plagado de emociones, cada paso fue significativo para quienes estuvimos recorriendo y siendo parte de una siembra tan representativa como esta. Ver a niños plantando ejemplares de nuestra flora autóctona, escuchar al guarda parque la historia de cada ejemplar y la razón de su elección para este espacio, dieron cuenta de un diseño cuidado y muy bien pensado para que represente lo que se intentó crear, un espacio de reflexión sobre el destino de nuestros compatriotas desaparecidos, pero manteniendo viva su memoria.

A 40 años de nuestra recuperada democracia, podemos hacer un ejercicio de imaginación pensando el lugar dentro de otros 40 años y lo imaginamos lleno de frondosos ejemplares que representen la historia de quienes un día estuvieron desaparecidos pero que finalmente –ojalá así sea- conocimos su destino y descansan en paz.

Mentirosamente indignos

Mientras eso no acontece, el destino de esos 197 uruguayos sigue siendo incierto y los responsables de sus desapariciones están muriendo sin revelar dónde están. No tuvieron -siquiera- la dignidad de decirlo bajo secreto de confesión como les propuso a poco de recuperada la democracia el fallecido cura “Perico” Pérez Aguirre. Semejante acto de cobardía –no se me ocurre otro adjetivo- aplica para muchos de quienes siendo fervientes católicos se reservaron cobardemente la verdad como coartada para evadirse de la justicia. Una verdad que empieza a brotar de esa misma tierra que una vez fuera su cómplice y que hoy empieza a devolver las pruebas de aquellas atrocidades cual si fuera una verdadera confesión. Una tierra  que se hartó de tanta impunidad y mentiras manifiestas.

Con la consigna “Mienten, estaban ahí” las imágenes del silencio empiezan a pintar los espacios públicos para dar contexto a un mes tan significativo para los uruguayos. Imágenes que interpelan y desnudan un grado de cinismo inadmisible en quienes tienen la información y se rehúsan a darla con singular soberbia. No han dado señal alguna de querer restaurar ninguna herida, ni reconocer el protagonismo de un accionar que se valió de los instrumentos del Estado para perseguir, torturar y desaparecer personas… incluidos niños.

Pasaron 40 años y la búsqueda sigue, porque no hay omertá que impida seguir buscándolos, ni hay terrón que lo permita.

Marcharemos otra vez, la búsqueda continúa hasta que aparezcan todos… 

Mienten. Estaban ahí.



el hombre se preparaba para marchar,
el perro también...


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