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jueves, 24 de octubre de 2013

Santiago Vázquez: el último estertor

Fuente imagen: lr21.com.uy

La Unidad N° 4 “Santiago Vázquez” -ex COMCAR- sufrió un nuevo motín en lo que representa el último estertor de un sistema agonizante que ponía acento en la seguridad (?) y el hacinamiento antes que en la rehabilitación y la inclusión de los privados de libertad. Fiel representante de un sistema que se extingue, en el Módulo I del centro penitenciario con mayor cantidad de internos del país, se produjo un motín concentrado en un centenar de reclusos (una sexta parte del total de ese módulo), que se atrincheraron en las azoteas hasta la madrugada del pasado 23 de octubre...


La manija pudo más

Angustiado se lo pudo ver al Director del INR, Insp.Ppal. Luis Mendoza, el día después ante el luctuoso resultado de la muerte de dos reclusos tras el motín. Angustia porque no podía entender que tanto trabajo realizado se viera opacado por hechos como los ocurridos. 

Pero, la ansiedad de una población carcelaria que aspira a mejorar sus condiciones de reclusión junto a presiones de quienes pretenden desestabilizar enfrentando los cambios, pudieron más. Allí encontraron eco en el último bastión de un sistema perimido que lo registra como el último escollo a sortear para imponer -definitivamente en todo el establecimiento de Santiago Vázquez- el nuevo modelo de gestión. Un modelo que es sello del INR y que se expande sin retorno por todo el país, según el cronograma dispuesto oportunamente.

La manija pudo más y bastó una chispa para encender un fuego incontrolable. Justo es decir que la inmensa mayoría de los internos del  Módulo I no hacían otra cosa que pedir protección a las autoridades, desmárcandose de los incidentes. Seguramente, sabedores que en poco tiempo más la situación cambiaría sustancialmente. Ello porque la razón de los cambios la tienen enfrente de sus ojos y la pueden apreciar todos los días en el resto de los módulos que ya son parte del nuevo sistema.

Parece injusto que en momentos de concretarse avances significativos se produzcan este tipo de incidentes que manchan -o intentan hacerlo- un proceso que debe valorarse en su conjunto, para no caer en el oportunismo de criticar con el diario del lunes.

La muerte de dos internos tras los incidentes, fue motivo más que suficiente para instalar sendas investigaciones de urgencia tanto en el INR -por parte del propio director del instituto- como en el Ministerio del Interior -por parte del ministro Bonomi- de manera de echar luz sobre lo ocurrido.

Las suspicacias que hoy se tejen quedarán de lado cuando, tras el resultado de las mismas y transcurrido el período de secreto presumarial dispuesto por la Justicia competente, se den a conocer detalles de lo ocurrido. Si hubo algún exceso, será la Justicia y la propia administración la que haga recaer la responsabilidad en quien la tenga. Muestras ha dado esta última en el sentido de no permitir otra cosa que sea el cumplimiento de la ley, y esta situación no será la excepción.

Pero de lo que no puede ni debe quedar duda alguna es que este proceso sigue en marcha. Esta desgraciada situación generada es -en sí misma- un argumento a favor del cambio, pues dejó en evidencia el contraste entre el modelo anterior y el nuevo modelo. Realidades enfrentadas que se dan cita en un mismo establecimiento.

Aunque parezca extraño, estos incidentes son un elemento más que abonan a los cambios programados y confirman el acierto de un sistema que vino para quedarse. 

El propio Comisionado Parlamentario elogió, en su momento, los avances de este centro que tiene enquistado ese último rincón a transformar.

A poco de culminado el incidente, se produjeron altercados en el patio donde fueron alojados los internos que protagonizaron los hechos. Una perla más que abona la tesis de los enfrentamientos internos de una porción de población carcelaria que se resiste a cambiar y recorrer un camino hacia el afuera. Aunque las investigaciones determinen otras responsabilidades, es innegable la cuota parte que les cabe a quienes iniciaron el levantamiento y pusieron en riesgo a muchas personas.

El camino está empedrado y lleno de obstáculos, lo dejó demostrado otra muerte ocurrida el mismo día de los incidentes, (aunque no tenía conexión alguna con aquellos). 

El resultado de las investigaciones podrá dilucidar -con detalle- lo ocurrido, y si hubieron excesos deberán responder los autores de los mismos. 

Pero hay algo que debe quedar bien claro: el nuevo modelo penitenciario seguirá su curso a pesar de los estertores finales de un modelo arcaico y sin futuro que nos legó un país que ya no existe...


el hombre siguió enfocado,
el perro siguió ladrando....

1 comentario:

  1. El comisionado Garcé cree que la Policía mató a los reclusos durante el motín del Comcar...está ya en condiciones de afirmarlo??

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