Siempre iremos contigo...

Fuente imagen: eltiempo.com

Por estos días se produjeron declaraciones muy fuertes del Presidente de CUTCSA, Juan Salgado, criticando las obras del corredor exclusivo para ómnibus de la Avda. Garzón, que será inaugurado próximamente por la Intendencia de Montevideo. Suena raro que las mismas surjan ahora, justo en tiempos de finalización de obras y no fueran hechas oportunamente cuando había un tiempo hábil para su apreciación y valoración por parte de las autoridades del gobierno departamental.

Resulta por demás sugerente que por estos días se hayan hecho públicas estas críticas lanzadas por un referente ineludible del transporte público uruguayo y considerado un emprendedor exitoso que puso a la empresa CUTCSA al tope del transporte capitalino. Llama la atención por lo anacrónico de las mismas ya que hubo un tiempo más que suficiente como para denunciar las mismas y, en cambio, se hicieron en momentos de estar finalizando las obras.

Es cierto que ha existido una demora por demás extensa, pero la magnitud de las obras y el cambio trascendental que significan para el transporte público de Montevideo, justifican en parte la demora. También es cierto que hay fallas que están siendo corregidas, pero de las que la Intendencia tuvo especial cuidado en controlar antes de la finalización de las obras.

Según pudimos conocer no sería ajeno al hecho de estas críticas las resultancias de una licitación sobre la asignación por parte de la Intendencia de Montevideo del Bus Turístico en la que habría participado el crítico de marras con su empresa.

También se supo por estos días (vía twitter) que la empresa CUTCSA habría retirado los ómnibus destinados al Plan Juntos y el Servicio a Discapacitados  de la Intendencia, cosa que parecería una derivación más del resultado de aquella licitación.

Entonces, con estos elementos en juego, las críticas que hiciera públicas el Sr. Salgado, más parecen cargadas de revanchismo que otra cosa. Una actitud poco esperable de quien tuvo -alguna vez- aspiraciones para dirigir los destinos de nuestra capital cuando se manejó su nombre como candidato a la Intendencia capitalina por el FA y se lo vió (hasta ahora) como un aliado antes que un detractor de la gestión de gobierno.

Algo pasó por estos días que lo llevaron a asumir ese rol opositor y emprenderla con virulencia extrema contra una inversión millonaria que revolucionará al transporte público de la capital. Lo extraño es que lo haga justo en tiempos de finalización y con argumentos que pueden ser criticables, como por ejemplo esgrimir “falta de espacio para adelantamientos”.

Precisamente este tipo de modalidad de carril exclusivo se aplica con la finalidad de evitarlos, cumpliendo los horarios establecidos y dando un servicio ágil y moderno que hoy no cumple ninguna empresa de transporte de la capital.

Particularmente vi funcionando este servicio en Cali (Colombia), con el Sistema Integrado de Transporte Masivo de Occidente (MIO), que utiliza ómnibus articulados para 150 pasajeros y significó una solución para miles de caleños que utilizan el mismo.

Sin llegar a ese nivel (o llegando ¿por qué no?), apelar a la crítica destructiva no parece ser la mejor opción ni la más conveniente para quien tiene una exposición pública calificada, (hasta ahora por lo menos), como positiva y exitosa por gran parte de la población.

Hace poco tiempo atrás, en ocasión de los 75 años de su empresa, tuvo también un exceso de protagonismo que le jugó en contra cuando devolvió el sello conmemorativo, tras la infeliz participación de la vicepresidenta del Correo. Actitud que pareció cargada de una soberbia innecesaria.

El corredor exclusivo será una realidad en muy poco tiempo, y los usuarios podrán tener -por fin- un servicio de transporte capitalino como se merecen. 

Ladran por Montevideo, señal que ya no anda la perrera...

el hombre esperaba el ómnibus,
el perro meaba en la parada...