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lunes, 6 de diciembre de 2021

Miserable diferencia

La muerte de un joven que tuvo la infeliz idea de vender su auto por redes sociales desnudó –una vez más- el grado de violencia extrema que sufre la sociedad uruguaya. Pero, al mismo tiempo, permitió diferenciar a los miserables que hacen uso de esas desgracias para acarrear algún voto a su colchón electoral. Subidos al carro del morbo y la desesperación humana de las víctimas accesorias, no repararon ni por un segundo en atacar el problema de fondo haciendo un uso macabro y demagógico del tema. En este tiempo de dolor inmensurable, se puede hacer un simple ejercicio de memoria para repasar y comparar actuaciones, para desenmascarar a los miserables de entonces que fungen cargos públicos en la actualidad y ponen cara de circunstancia haciendo como si aquellas expresiones nunca se hubieran dicho. Mientras tanto, disfrutan de un clima mediático contenido, lejos de aquel ensordecedor y contaminante ruido de no hace mucho cuando, episodios tan lamentables como este, llenaban los informativos y bombardeaban a la opinión pública con sus dosis de miedo y bronca acumulada. Aquellos miserables mensajes emitidos son documentos que el archivo conserva y que vale la pena recordar reafirmando que la seguridad no puede ser nunca objeto de miserable contienda electoral sino una necesaria e ineludible cuestión de Estado. Mientras no se entienda eso, seguiremos lamentando muertes injustas como la de Lucas…

lunes, 29 de noviembre de 2021

Voto obligatorio o voluntario, la hipocresía liberal

Fuente imagen: MTSS
En ocasión de dirimirse una nueva instancia electoral -esta vez para elegir a los representantes sociales del BPS- se puso en discusión el tema de la obligatoriedad del voto. Rápidamente autoridades y operadores de prensa de la Torre Ejecutiva (como califican algunos), salieron a desparramar argumentos demonizando la obligatoriedad del voto en esta ocasión. Algo que es llamativo por la selectividad de las opiniones pues nada dicen de alentar la voluntariedad del voto en las elecciones nacionales. Está bueno ser liberal pero no tanto, pareciera ser el mensaje oculto atrás de las opiniones vertidas al respecto, emitidas por quienes no tienen ni un poquito de objetividad en sus editoriales que siempre se vuelcan en contra de los intereses populares y a favor de este gobierno. Parece ser que la Torre Ejecutiva impartió fuertes directivas a la hora de jugar fuerte en esta elección que volvió a marcar una dura derrota al oficialismo a manos de los movimientos sociales y sindicales, lo que puede estar aprontando un escenario favorable a la anulación de los artículos recurridos de la LUC. A la hora de promover la tan mentada libertad responsable de la que hace gala este gobierno, la renuncia a un derecho fundamental como el sufragio hace parte del discurso pero no en todos los casos. Es que sugestivamente, han salido a manifestarse en contra de una obligación sagrada para los uruguayos como es el voto, tan sagrada como la promovieron siempre…  Hasta ahora, porque utilizando los beneficios de la modernidad saben obtener el voto de los correligionarios cuando quieran y como les convenga. En suma, hacen gala de una hipocresía liberal que da asco

martes, 23 de noviembre de 2021

Baja de delitos y corrupción policial

Fuente imagen: transparency.org
La caída de las denuncias de delitos tan sobrevendida por esta administración se da de frente con un incremento notorio de la corrupción policial que nada bien le hace a la institución a la que se le confiere nada menos que el uso legal de la fuerza pública. Es que promocionar una caída de las denuncias al tiempo que se revelan sonados casos de corrupción policial lleva a sembrar un manto de dudas más que razonable sobre la veracidad de las cifras tan promocionadas. Cuando todavía resuena el audio del ex Coordinador de la Jefatura de Maldonado pidiendo que no registraran unos abigeatos porque si no “los matan con las cifras”, el affaire de la Jefatura de Cerro Largo con la “renuncia” de su Jefe, llevan a profundizar aún más las dudas sobre la realidad de la seguridad pública. Es que los datos que el propio Ministerio ha difundido hasta hoy, dan cuenta de un incremento notorio de la violencia en el último trimestre (julio-agosto-setiembre), coincidentemente con el aumento de la movilidad y el paulatino retorno a la normalidad de la actividad comercial. Si el dato mata al relato, los hechos acaecidos en las últimas semanas (que se suman a otros tantos que llevaron a la remoción de varios Jefes de Policía), dejan en una incómoda situación a la cartera en cuanto a la credibilidad de los datos registrados bajo la gestión de los cesados por actos de corrupción flagrantes. Lo más triste de todo esto es que lejos de promover una política de Estado que permita atender la seguridad sin fines electorales, han optado por el camino contrario y desandado una ruta que había transformado la cartera dando franca y frontal lucha a la corrupción, esa que hoy vuelve por sus fueros. Así está hoy la Policía, tristemente golpeada en su credibilidad, horadada –nada menos- que por la conducta de quienes fueron elegidos para comandar la nueva gestión. Algo huele muy mal y todo parece indicar que esto es solo el comienzo…

lunes, 15 de noviembre de 2021

Tiros en la madrugada…


Fuente imagen: El País Uruguay
En mi barrio se había calmado la furia pero en los últimos meses se ha vuelto una constante los repiqueteos de pistolas automáticas que cortan el silencio nocturno. Y lo hacen de una manera trágica, porque sabemos que atrás de esos estruendos hay violencia, dolor y -muchas veces- muerte. La sensación de inseguridad que dejan esos sonidos, que se han naturalizado en algunos barrios, es latente. Es cierto que hubo un tiempo de calma, fue cuando surgió el PADO, una forma de policiamiento altamente especializado que rompía las rutinas y respondía concretamente a los mapas del delito que arrojaban las denuncias. Esa presencia policial en los horarios donde había mayor ocurrencia criminal, permitieron pacificar muchas de las zonas rojas que empezaron a mutar al verde rápidamente. Tras el cambio de gobierno, la lógica (y los buenos resultados acumulados), permitían pensar en la continuidad de aquel eficaz patrullaje, sin embargo ocurrió lo contrario. ¡Que vuelva el PADO!, reclaman en los barrios, mientras siguen sonando los tiros en la madrugada…

lunes, 8 de noviembre de 2021

Paradoja: la seguridad y las cifras

El Profesor Paradoja
Cuando algo parece contrario a toda lógica nos encontramos ante una paradoja, y eso parece ser lo que estaría ocurriendo hoy con la seguridad y las cifras de los delitos. El punto precisamente es la ausencia de toda lógica en lo que refiere al tratamiento que se hace de la seguridad pública y su inevitable forma de evaluar su gestión a través de los números fríos de denuncias de delitos. Algo que no es determinante pero que condicionó siempre a los gestores de turno de la cartera más difícil que tiene el Poder Ejecutivo, como es la del Ministerio del Interior. Esa paradoja inevitable se reproduce automáticamente y sin que nadie la pueda impedir. Parece ineludible evaluar a la seguridad a través de los números que arrojan las estadísticas sobre el comportamiento criminal, a pesar de lo sesgado que pueda resultar esa evaluación. Porque esos números pueden tener múltiples lecturas y tendrán la explicación que mejor convenga al editor de turno, así como el receptor hará de esos datos la interpretación que entienda como la más acertada. En suma, todo se reduce a una cuestión subjetiva que definió brillantemente el poeta Ramón de Campoamor: «… nada hay verdad ni mentira todo es según el color del cristal con que se mira».

lunes, 1 de noviembre de 2021

Adiós a los datos


La opacidad y el secretismo parecen ser la lógica impuesta por el ministro Heber y su equipo en lo que a datos sobre seguridad refiere. A pesar que –discursivamente- digan otra cosa, en los hechos terminan confirmando una comunicación alejada de toda transparencia. No comunican las fugas de cárceles, por ejemplo, en una extraña estrategia que suma más dudas que certezas a la ya cuestionada gestión penitenciaria, que va camino al récord de muertes bajo custodia. En lo que a datos de denuncias de delitos, la estrategia no es muy diferente y linda con la improvisación, a pesar de los esfuerzos por argumentar que son los mismos funcionarios de la administración frenteamplista, los encargados de procesar los números. Algo que no aporta al fondo del asunto, porque podrán ser los mismos pero si a esos mismos les llega fragmentada la información a procesar, los datos finales serán de inferior calidad a la hora de representar –lo más aproximado posible- la realidad de la seguridad. Hoy se recurre al “olfato policial”, al apelar a viejos cuadros que asumieron roles de dirección con viejas recetas y desconociendo las nuevas tecnologías de la Policía Nacional. Así estamos, a la deriva en cuanto a tener información de calidad que sirva para implementar una operativa policial que dé respuesta eficaz a una delincuencia que muta constantemente y para la cual, no alcanza llenar la prensa con falsas promesas que terminarán chocándose con la dura realidad que viven los vecinos en cualquier barrio del país…