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miércoles, 17 de febrero de 2010

Blanquear el voto, un camino errado


 Publicado en La ONDA digital

Luego de la proclamación de Ana Olivera –y aún antes- se escucharon rumores de votaciones en blanco (para las elecciones de mayo) como forma de protesta por el veto (¿?) impuesto al Cro. Martínez. Semejante disparate solo pudo lanzarse como rumor pues la andanada de críticas y comentarios que hubiera recibido el autor del mismo, lo habrían defenestrado políticamente.
En primer lugar hablar de veto es una equivocación absoluta pues una estructura que legítimamente se vale de sus estatutos para dirimir un tema no menor como la candidatura a Intendente de Montevideo, no puede ser menospreciada al punto de hablar de un veto o contubernio en tal sentido. Decirlo es considerar al estatuto solo para aquellos casos en que el mismo corre a favor de los intereses sectoriales y no para cuando no se tiene la misma dirección o apoyo. Algo así como decir que si gano lo hago con el estatuto y si pierdo es por culpa del estatuto.

La sencillez del tema –que no deja lugar a duda alguna- pasa por haberse aferrado a la idea de un candidato y un programa, como lo marca la historia frenteamplista, ratificada por el plenario departamental al decidir esa consigna como irrenunciable. Lo que siguió después fue lógica consecuencia al contar con apoyos que no representaban las mayorías estatutariamente establecidas para ser designados candidatos. No vale hablar de “amplios porcentajes” cuando el estatuto es clarito al exigir los 4/5. Tampoco vale apelar a encuestas porque a los candidatos los eligen los órganos representativos de la fuerza política, no el trabajo de una consultora. 

Trancados como estaban los candidatos propuestos, solo la grandeza de los mismos -cediendo posiciones- podía destrabar el tema, o la idea de un candidato alterno, podría dar el ansiado consenso y la unicidad votada para la candidatura. 

Y eso fue -ni más ni menos- lo que ocurrió. Se mantuvo inalterada prácticamente la votación y allí comenzó a tejerse la trama de acuerdos que permitieron destrabar la situación. Si esa búsqueda de acuerdos y el libre juego democrático de negociar entre sectores y bases se puede considerar parte de un veto, entonces algo anda rematadamente mal.
 
¿Por qué no se dice que la primera mayoría del Cro. Martínez no fue sostenida por las mismas bases que terminaron proponiendo a la Cra. Olivera para dar una salida consensuada al tema? Porque eso fue lo que ocurrió finalmente, y nadie puede dudar de la legitimidad del recurso por cuanto las propias bases cerraron filas en bloque con el candidato de unidad. Una unidad que no había conseguido concretar el Cro. Martínez. 

Escuchar rumores de voto en blanco en boca de quienes no obtuvieron el reconocimiento del plenario, parece una invitación velada a su emisión. No alcanza con salir a intentar aventar esa posibilidad con discursos. Si en verdad quieren demostrar que el Plenario se equivocó y la estructura debe ser modificada, solo la legitimidad del voto en mayo les dará el derecho absoluto de tales afirmaciones. Si Daniel Martínez era el candidato que querían los frenteamplistas, las urnas de Montevideo deberán atiborrarse de listas verdes en mayo, dando color y alternativa real al mentado voto en blanco. 
Con esa legitimidad en el haber, hablar de reestructura interna será una obligación para todos los frenteamplistas. Pues el respaldo que dan las urnas tiene un valor inmensurable, y eso lo sabemos muy bien todos.
Votar en blanco no solo sería un error absoluto, que abriría una fisura irreparable a un gobierno municipal que está consolidado –aún con sus defectos-, sino que se perdería la ocasión de demostrar la veracidad de tanta afirmación mediática vertida por estos días. 

La verdadera encuesta es en mayo, y lejos… muy lejos de votar en blanco, hay que votar Frente Amplio.  

el hombre pintaba el juego de jardín,
el perro le meó  la lata de pintura blanca
 

Almorzando con Pepe Mujica

 Publicado en La ONDA digital
 

El Hotel Conrad de Punta del Este fue el lugar elegido para un singular almuerzo entre el presidente electo y empresarios rioplatenses. En ese monumento al confite –contrastante con la belleza de nuestro principal balneario- (es lo que hay), se dieron cita unos mil quinientos empresarios que pagaron un ticket de cien dólares estadounidenses cada uno. Barato para este tipo de encuentros y servicios, dadas las circunstancias del lugar y la calidad de los protagonistas. A ello se sumó la finalidad benéfica como aliciente para concurrir, pues todo lo recaudado se donó al Hospital de Maldonado.

Hasta ahí podría parecer un apronte más en la larga preparación que Pepe hizo para no dejar ningún resquicio a su próxima gestión de gobierno. Confirmando, una vez más, que no vino a hacer la plancha, circunstancia que dejó bien clara ni bien se conoció el resultado eleccionario. Esta movida empresarial fue un elemento más para abrochar esa confianza que generó el primer gobierno progresista y que apronta -para el segundo- como objetivo a seguir incrementando.

Lo triste -y hasta podría decirse repulsivo- fueron las excusas de las Cámaras de Industria y Comercio uruguayas, quienes argumentaron la razón de sus ausencias manifestando que ya conocen lo que piensa el presidente electo; que la reunión estaba dirigida a empresarios argentinos y algún brasilero; y que no les generaba ninguna expectativa, pues ya conocen lo que piensa el presidente electo. (Últimas Noticias, pág. 3 del 10/2/2010)

Varias cosas para decir tras leer semejantes argumentos, a saber:

1.- los destinatarios podrán ser argentinos o brasileros, y muchos de estos habrán adquirido el ticket, pero sus actividades –que ojalá se concreten y profundicen- serán en suelo uruguayo, con actividad industrial y comercial, ramas que no les son ajenas a los ausentes. Algo para escuchar tenían también, ¿no les parece?

2.- esa actitud de ninguneo, con cierta dosis de soberbia, no le hace bien a un colectivo representativo de la camada empresarial e industrial uruguaya que no puede darse el lujo de evitar ciertos espacios donde el intercambio es una constante, junto a las vinculaciones que siempre vienen atadas a inversiones y negocios.

3.- y si no alcanzaren esos argumentos, el fin benéfico de la movida podía darles un ínfimo argumento para que -por lo menos- estuvieran representadas las gremiales de la industria y el comercio uruguayo en un acontecimiento que, en plena temporada, tuvo gran destaque y tendrá alta repercusión en el futuro más inmediato.

Por lo menos esperamos que hayan adquirido los tickets aunque no asistieran. El Hospital de Maldonado está dirigido principalmente a atender la salud de los fernandinos (uruguayos ellos), aunque en temporada se nos cuele algún argentino o brasilero.


el hombre hacía playa en la Brava,
el perro esperaba ver a Manuela...


sábado, 6 de febrero de 2010

Juegos de equilibrio


Publicado en La ONDA digital

El Plenario Departamental de Montevideo del FA eligió, el pasado viernes 29 de enero,  a la Cra. Ana Olivera como candidata única para las elecciones municipales de mayo. Un juego de equilibrismo complicado a estar por los titulares de prensa, pero al cual los protagonistas principales y hacedores de la noticia, están acostumbrados. No obstante ello es innegable que las tácticas o estrategias políticas que se vivieron, distaron mucho de ser las ideales, pero el FA tiene ese plus que lo hace distinto y que no es otro que el de encolumnarse tras la figura elegida a sabiendas que lo hace fundamentalmente tras un programa común a seguir. Tal es así esta particularidad del conglomerado frenteamplista que aunque existieron amagos de imitación recientes por la fuerza nacionalista, no pudieron concretarse y los candidatos blancos van cada uno con un programa propio.

Quizás -y sin quizás- sea ese el gran diferencial que debemos preservar mucho más incluso que las supuestas heridas que se insinúan cuando se habla de candidatos vetados.

El Frente Amplio sabe darse los candidatos que se merece, aún cuando se pretenda influenciar con datos externos a la estructura. Parece un contrasentido que así como se apela a esta forma de organización y funcionamiento para encausar movidas de aire fresco militante, (como las Redes Frenteamplistas), no se razone de la misma manera al tiempo de tratarse nada más ni nada menos que de la elección del segundo cargo en importancia que tiene el país (sin menospreciar al resto). Negar el resultado y hablar de maniobras políticas solamente sería no reconocer la legitimidad del mismo. Un resultado al que se llega por derecha y de frente, con las cartas a la vista y en tiempo real, sin anticipos.

Porque fue sin duda la estrategia socialista una forma anticipada de echar por tierra cualquier acuerdo posterior, tal cual ocurrió finalmente. Si los pasos hubieran sido otros, acompañados del sondeo y posterior negociación entre todos los sectores, quizás Martínez era hoy el candidato... o no. Recordemos que el presidente electo le tenía reservado otro rol al designarle al frente del Ministerio de Industria y Energía, allí había un mensaje encerrado que no supieron o no quisieron leer. Luego, la avalancha mediática –muy bien hilvanada, hay que reconocerlo- obtuvo el resultado esperado con un protagonista que ganó sobradamente sus laureles de laburador y ejecutivo al frente de las responsabilidades que se le encomendaron oportunamente.

Ahora bien, el Frente Amplio es movimiento, pero también es coalición, y esa pata indispensable de su sostén no fue tenida en cuenta. Si bien como movimiento había respaldo, al tiempo de pasar raya como coalición se olvidaron de los acuerdos políticos indispensables para abrochar el objetivo. Ni tanto ni tan poco, equilibrio entre ambos conceptos, es la cuestión. Ni mucho movimiento con poca coalición, ni viceversa. Esa es la esencia de un conglomerado de sectores políticos y bases sociales que se combinan para dar vida y realidad a una fuerza política a la que el pueblo le renovó su confianza.

Oportunamente manejamos la idea de asistir a la elección municipal con los candidatos que hubieran y  fuera el pueblo frenteamplista el que laudara lo que la estructura no podía. Pero fue la propia estructura la que decidió –legítimamente- llevar un programa único (la esencia frenteamplista) y un candidato único (cosa que no ocurrió para las elecciones nacionales). Con ese cuadro de situación solo había espacio para el consenso (otra de las cualidades históricas que han caracterizado a la fuerza política), el cual seguramente fue conjurado por la presencia espiritual de quien hizo de esa herramienta una forma de vida.

Pasado el vendaval mediático, la recomposición y encuadre tras Ana Olivera es un hecho inexcusable. La misma noche del viernes el Partido Socialista dio muestras de su grandeza histórica al pedir la reconsideración de la votación haciendo de la misma una proclama unánime. No era para menos, a la hora de la verdad, todos saben cual es el objetivo y seguramente aquel General del Pueblo, había inundado el recinto de espíritu frenteamplista una vez más.

el perro, movía la cola;
la mujer tenía la palabra,
los hombres, habían dado un paso al costado...

jueves, 28 de enero de 2010

Antón Pirurelo y... que cada uno atienda su juego!!


Publicado en La ONDA digital

A escasos meses de las elecciones municipales, Montevideo sigue sufriendo los dislates de un gremio que pretende ejercer un co-gobierno para el cual no fueron elegidos por la ciudadanía. Y para rematarla, éramos pocos y la abuela tuvo familia, pues idéntica actitud asumen en Canelones. Todo ello atado al recontra manipulado tema de la guerra de patentes. Algo esbozamos en la última nota del año 2009 al referirnos a la propuesta de Mujica para que la patente se cobre con los combustibles, lo cual haría inocua la movida pero claro, sabemos del brete constitucional que hace de ésta una solución a largo plazo.

La negativa a fiscalizar los coches de las Intendencias orejanas al Congreso de Intendentes, (Flores y Colonia), coloca nuevamente en el tapete la actitud de los funcionarios agremiados en ADEOM que en un reiterado desborde de poder, acorralan a las autoridades democráticamente electas.

Para colmo de males, esta vez no solo se niegan a fiscalizar -léase: cumplir con sus funciones, o sea, hacer su trabajo- sino que con dicha actitud niegan la posibilidad de devolver algo de justicia en un tema que nos tiene prisioneros a muchos montevideanos que seguimos pagando la patente - manteniendo los servicios viales de nuestra ciudad- mientras otros circulan sin pagar nada por el uso de los mismos. Claro que se argumenta –también con justicia- la inequidad existente en los valores que se manejan según sea la comuna, pero también es cierto que si todos los que circulan en Montevideo o Canelones pagaran patente, seguramente los valores serían menores.

Asimismo –y volvemos sobre la nota referida- a nuestro juicio hay un error conceptual en la fijación del insumo, al tomar como base el valor de los coches cuando debiera ser lo mismo para todos. El uso que cada contribuyente dueño de un vehículo hace de los servicios viales departamentales no tiene relación con el valor o aforo del coche sino con el costo que los servicios tienen para su creación y mantenimiento, (calles, semáforos, señalizaciones, etc.). Dicho costo dividido por la cantidad de vehículos circulantes daría la cifra que cada uno debe aportar para cubrirlos. Parece fácil ¿no? Pero ya sabemos que para eso, y ante la falta de unanimidad comunal, solo una reforma constitucional podría darle solución.

Volviendo al tema de los funcionarios municipales, su negativa a controlar se basa en la falta de garantías para ejercer dichos controles, aduciendo que podrían tener consecuencias personales por el ejercicio de su función. La pregunta surge de inmediato: ¿cuando actúan en su función inspectiva, lo hacen por sí o porque la IMM les confirió esa tarea invistiéndolos como tales? Entonces, ¿dónde está el temor? A todas luces nos parece una chicana de las muchas que utiliza este gremio para poner palos en la rueda y así como nos dejó un fin de año sin el servicio de recolección de residuos, nos deja ahora en indefensión ante el abuso de la circulación de vehículos que no pagan tributos en su lugar de residencia, fraguando una realidad de la que muchos de nosotros conocemos algún caso.

Es momento de decir basta a tanto abuso y que los funcionarios se dediquen a funcionar, y los dirigentes a dirigir. Es momento que cada quien atienda su juego.

Parece una obscenidad que trabajadores que perciben remuneraciones de las más apetecidas por el común de la ciudadanía uruguaya, no sean capaces de captar el rechazo creciente que generan con este tipo de actitudes. Si Montevideo los tuviera al firme ejerciendo sus funciones y prestando servicios adecuados a las necesidades que enfrenta la ciudad, otro sería el cantar y nos tendrían a su lado reclamando. En cambio, debimos soportar dos años y medio de conflicto con servicios cortados por el incumplimiento de un convenio que, está muy bien que se exija y se cumpla, pero también hay que ver que quien paga las consecuencias siempre es el que les paga el sueldo: el contribuyente. Entonces, cambiemos la forma de protesta y no se tome a la ciudadanía de rehén.

Generalmente se suele argumentar que cuando habla el pueblo es un laudo a respetar, entonces respetemos la voluntad del soberano que sigue renovando la confianza en Montevideo a una fuerza política que además es la responsable de haber reivindicado el ingreso salarial de los municipales. Pero la ambición por querer cada vez más parece no tener límites y llegamos a estos extremos donde nadie sigue su juego y el antón pirulero queda para el olvido. Los funcionarios agremiados asumen, en los hechos, el control de la IMM y las autoridades nada pueden hacer al respecto porque “somos de izquierda y no queda bien andar haciendo de patrón”. Ese conflicto de roles –a 20 años de ser gobierno municipal- parece hoy un contrasentido. Mas que de roles tendríamos que hablar de valores. Valores que se han ido perdiendo dando paso a la viveza de exigir antes que servir, olvidando que la suya es una función donde el dar un buen servicio debe ser una consecuencia natural y no una premisa inexcusable.
El sindicalista debe ser ejemplo entre sus compañeros y cumplir primero que nada y que nadie con las funciones que ejerce y por las que percibe su salario. Esa es la esencia misma del fuero sindical, allí se gana el respeto y se garantiza su representatividad, no es a la inversa. Por su parte los dirigentes políticos tienen la responsabilidad de cumplir los objetivos estratégicos de gestión que le fueron encomendados por la ciudadanía, y para ello es que se los eligió, para que los hagan realidad. Entonces, ¿no será hora de trabajar en ese sentido? ¿No será momento de tener la suficiente humildad como para reconocer que hay un colectivo de personas que esperan por servicios decentes y eficientes por los que paga más de lo que recibe?

Es momento de que cambiemos definitivamente la forma de actuar y de pensar, asumiendo con responsabilidad que esto es un barco que nos tiene a todos dentro y que cada quien debe asumir su rol para poder cubrir con éxito una gestión de gobierno municipal. Es momento de empezar a hablar de resultados y que las remuneraciones vayan atadas con la productividad tan mentada.

Solo así parece viable obtener buenos servicios.

Cada uno atendiendo su juego, como en el antón pirulero.

el hombre leía el diario,
el perro ladraba al gato,
y el gato se lavaba una pata como si nada...

jueves, 24 de diciembre de 2009

Sobredosis de sentido común

(Publicado en La ONDA digital)


Advertencia: cualquier parecido con el Sr. Sentido Común de la campaña electoral pasada, es pura coincidencia.


El gobierno electo no descansa. Hace realidad aquella afirmación lanzada ni bien se conociera el resultado del balotaje: no vino a hacer sebo. En tiempo inédito para el país se definieron los ministros –aún resta algún subsecretario- se efectuaron contactos con los referentes principales del país (industriales, trabajadores), y por estos días lanza una sobredosis de sentido común en un tema que lleva larga data entre los orientales como es la manida patente de rodados.

Entre un tirón de orejas y una línea de salvataje para dar solución al tema, se habla del cobro de una parte de la patente de rodados a partir de un impuesto en los combustibles. Es cierto que el tema es de resorte municipal porque así está consagrado en la Constitución de la República, pero también es cierto que si todas las Intendencias se ponen de acuerdo es posible encontrarle solución al tema sin evadir el rango constitucional del mismo. Y nada mejor que hacerlo por una vía que devuelve racionalidad a un tributo que hoy tiene su base de cálculo en el valor de los automotores cuando la lógica indica que debiera estarlo en el uso que los mismos hacen de la infraestructura municipal. Dicho de otra manera: que quien más circule, más patente pague y viceversa. De eso se trata en definitiva, que quien hace mayor uso de la infraestructura vial departamental, sea quien la solvente en mayor medida que aquellos que poco o nada la usan. El valor de mercado de los coches debiera ser base de otros impuestos previos pero no de este, que -en definitiva- tiene una clara impronta de igualdad: todos usamos las calles y semáforos del mismo modo así lo hagamos en un Fitito, un Mercedes Benz, o un Audi último modelo.

Si solo ese argumento basta al suscrito para afiliarse a esa modalidad de cobro, le adelanto que tengo otros más para apoyarlo. Uno de ellos es que dicha forma de cobro de la patente hace imposible la evasión, por cuanto serán las surtidoras de combustible las que retendrán el importe y, salvo que circulen coches a agua u otros combustibles alternativos, todos pagarán patente. Ya no tendremos zafras de inspectores ávidos de encontrar morosos infractores y podrán destinar sus jornadas a mejorar el servicio de vigilancia y educación vial, el cual es altamente deficitario en ese aspecto. Ni tampoco evasores circulando libremente sin pagar nada por el uso que hacen de una estructura vial que –justo es decir- ha tenido un cambio significativo en algunos puntos largamente postergados de la ciudad (aunque quede mucho por hacer todavía).

Asimismo no es lo mismo fragmentar el pago en mínimos aportes al caudal del uso que cada uno haga del vehículo, que soportar la gravosa carga de su pago zafral tal como rige hoy día y en forma ficta (sin importar, por ejemplo, que un coche aún guardado en la cochera, pague patente).
Los gobiernos departamentales tienen en este tributo una de sus principales fuentes de ingreso, por eso es que el tema no será de fácil resolución si el gobierno no asiste en parte a solventar –por lo menos al principio- una parte del insumo que dejarían de percibir. Pero también es cierto que muchas intendencias reciben un tributo por nada, pues quien paga no es residente en el departamento y por ende no utiliza ninguno de los servicios que solventa dicho tributo. Para estos gobiernos departamentales contar con un contribuyente que no reclama servicios por lo que paga (pues no reside y por tanto no los utiliza, precisa ni controla su existencia y/o mantenimiento) es un negocio redondo.

Por supuesto que tendremos ardorosas discusiones al respecto, pero por fin llegó quien puso el tema sobre la mesa para su franca discusión. Un sistema que es realidad en países del mundo desarrollado, argumento que por supuesto no basta para un rincón del mundo donde residen tres millones de directores técnicos, pero por algún lugar hay que empezar.

Es hora de terminar con los vivos que circulan en un lugar y pagan en otro.
Es hora de aplicar el sentido común.



el hombre lavaba el auto,
el perro intuía que salía paseo...

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Esos votos imprescindibles

(Pulbicado en La ONDA digital)

“Es el mundo al revés; en el estrado tendrías que estar vos, y nosotros aplaudiéndolos a ustedes”
José Mujica
29/11/2009

Se llama Julio, sufre de flebitis. Caminar se le hace una tarea difícil y dolorosa. Hay que esperarlo pues tiene un andar cansino y sufrido que revela en cada paso. Con su inmensa humanidad a cuestas -de más de dos metros de altura- recuerda orgulloso su juventud de basquetbolista, defendiendo al Club Atenas. Fumador contumaz, no abandona al mayor responsable de su padecimiento físico pues –según dice- “me aleja de la soledad…” Nos esperaba, credencial en mano, para cumplir el rito sagrado de emitir su voto a la esperanza, y liberar su conciencia habiendo cumplido con la obligación militante. Exhibe orgulloso una fotografía con Pepe Mujica en una extraña toma en la que un gigante abraza al futuro Presidente de los uruguayos.

Alicia es una joven madre de dos pequeñas que la despiden mientras le ayudamos a subir al coche. A pesar de su dificultad motriz, se desenvuelve con una soltura y agilidad que sorprende. Víctima de un accidente doméstico, sufrió una grave lesión en la décima vértebra que le obligó a usar bastones canadienses durante años. Hacía tres días tan solo, que aquella lesión se agravó y ahora la pérdida de sensibilidad motora era total. La paraplejia la instaló en una silla de ruedas que domina como si fuera mucho más el tiempo que lleva con ella. Sin embargo, esa circunstancia no le impide demostrar un espíritu de lucha envidiable, y una conducta militante que no le permitía pensar siquiera en incumplir su deber cívico y dejar de formar parte del millón y pico de votos que instalarían a Mujica en la Presidencia de la República.

Hugo vive en Aparicio Saravia y Hungría. Una humilde vivienda que comparte con su hermana y cuñado. Tiene unos treinta y pico de años. La dificultad para trasladarse es evidente. Tres años atrás, una hemiplejia le dejaba secuelas graves con una pierna sin sensibilidad, una mano atrofiada, y una deformación de su columna vertebral que le obligan a caminar encorvado. Efectuar unos pocos pasos le insume un tremendo esfuerzo y la dificultad respiratoria nos preocupa a todos. Sin embargo, nos tranquiliza sin perder el humor y balbucea una disculpa a tanta demora que genera su capacidad diferente. Como si alguien le fuera a reprochar por ello. “Caminar me viene bien para adelgazar”- explica y nos invade una impotencia tal que da vergüenza. El local de votación tiene muchos desniveles, obstáculos que lo ponen nervioso pues teme no poder sortearlos. Hay que alzarlo para evitarle un esfuerzo sobrehumano para sus menguadas posibilidades físicas. A pesar de todos los inconvenientes, sufraga y luego su cara rebasa de alegría. Sabe que está haciendo historia, y no lo disimula. Desearía que tuviera alas, y pudiera despegar de ese suelo por el que se arrastra con tanta dificultad. Su voz es casi inentendible pues la secuela no le perdonó ni el habla. Pero aún así, su risa es franca y contagiosa, junto con la picardía cómplice que festeja un chiste que hacemos, el cual celebra con absoluta y fresca libertad.

Tres simples ejemplos de la importancia de sentirse parte de la toma de decisiones. Esa que asumimos cada cinco años los uruguayos y que no se está dispuesto a dejar pasar por alto. Justo en tiempos en que esa participación se hizo sana costumbre, uruguayos como los referidos no eluden la ocasión para ser hacedores de la historia. Ejemplos vivos de la inclusión que empezó a darse a partir del primer gobierno progresista. Razón suficiente para hacer del mismo una prolongación inexcusable.

Así como estos tres ejemplos, hubo otros tan importantes como ellos. Don Enrique, con sus 89 carnavales encima, y su frágil corazón a cuestas. Las maestras jubiladas que a pesar de gripes y alergias, pidieron estar para formar la voluntad ciudadana que impusiera a Mujica a cargo de nuestros destinos por los próximos cinco años. Y tantos otros sin nombre pero con el mismo propósito.

Todos formaron la voz del soberano, dando razón al sentido homenaje que el electo Presidente hiciera al momento de saludar a la masa frenteamplista en la rambla.

La lluvia seguía cayendo, cuando el viento arrechado apuró el final.
18 de Julio esperaba... para seguir la fiesta.



el hombre estaba empapado,
el perro también...
Hugo, en cambio, reía y reía sin parar