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miércoles, 9 de diciembre de 2020

2020: ¿el primero de los cinco mejores?

Fuente imagen: Globb Security
Estoy seguro que ni los multicolores tienen mucho para celebrar de este año que culmina, porque la pandemia les vino bien al principio, pero ahora empieza a mostrar cifras preocupantes de crecimiento. Poco o nada queda de aquellas conferencias de prensa donde la solemnidad daba espacio a cierta dosis de soberbia en que los elogios por la marcha de la crisis sanitaria pusieron al país en la mira regional y mundial. Si fuimos una isla a resguardo de las crisis financieras que impactaron en la región en tiempos no tan lejanos, nuevamente fuimos noticia por similar situación, pero esta vez en materia sanitaria. Algo que tenía por explicación la rapidez en la toma de decisiones contra la pandemia y la reserva forjada durante década y media de gestión en que se invirtió fuertemente en un sistema nacional de salud. Pero hasta las reservas se agotan un día y a la suerte también hay que ayudarla. Hoy tenemos cifras preocupantes que dan cuenta de un crecimiento exponencial de casos que parecen dar la razón a un audio viralizado hace pocos días que tuvo ingredientes absolutamente desafortunados. En tanto, un Ministro alardea cifras de delitos poco creíbles despreciando la pandemia que a la vez tanto preocupa a sus socios del gobierno. Para rematar un año harto complicado, los frenteamplistas sufrimos la inevitable partida de uno de nuestros principales referentes de los últimos tiempos. Se fue Tabaré y su muerte nos dejó un vacío inmenso que solo podremos llenar con el cúmulo de logros alcanzados durante su mandato, a los que defenderemos. Este año vino embromado y no vemos la hora de despedirlo rápidamente a sabiendas que el próximo no será tan fácil recorrerlo ni mucho menos. Prometieron los mejores 5 años de tu vida, si así fue el primero…

Son otros Ramones

En tiempos de redes sociales y en pleno siglo de las comunicaciones, la viralización de un audio que se envió para un círculo privado, no puede sorprendernos. Una vez que lo grabamos y le dimos enviar, ya salió de nuestro fuero de protección y dominio para ser parte del éter inmaterial de las redes y ya no dependerá de uno sino de los destinatarios del mismo, su divulgación. Hasta diría que está en la naturaleza humana divulgarlo, máxime si el mismo contiene elementos picantes y está vestido con velos de credibilidad a los que se suma la fuente que lo generó. Es decir, por ser dicho por quien fuera asesor directo de un ex presidenciable del Frente Amplio y jerarca de las administraciones anteriores, era casi inevitable que sus dichos trascendieran como lo hicieron.

Lo lamentable de todo ello es que si bien redondea el contenido con información veraz – que tampoco es novedosa pues el GACH ya había adelantado cifras similares de crecimiento de casos de Covid- la introducción del mismo está viciada con afirmaciones que fueron rápidamente desmentidas por referentes frenteamplistas que hicieron parte del último gobierno y echaron por tierra cualquier atisbo de credibilidad sobre las mismas. La creación del laboratorio referida y el monto de inversión fueron parte de un acuerdo inconcluso de la administración saliente que tuvo la habilidad de gestionar su continuidad –como una política de Estado- con las nuevas autoridades. En suma, lo dicho sobre el punto no es cierto y nadie puso en duda la honorabilidad del Prof. Radí, quien acumuló unánime respaldo. 

En lo que refiere al crecimiento de casos de Covid-19, hoy las cifras parecen darle la razón a Ramón Méndez –autor del audio-. sin embargo, no hay ninguna novedad en ello, ya que el propio Grupo Asesor lo venía adelantando hacía varias semanas. Lo novedoso fue el método de divulgación que –adornado por una bomba política mediáticamente llamativa- tuvo la potencialidad de difundirse masivamente y darle un sesgo de credibilidad en una porción de la ciudadanía que ve con recelo –y con fundamento- toda información oficial que se genera. Porque a nadie escapa que la prensa es marcadamente oficialista ahora, y que un día tras otro asistimos a ruedas de prensa complacientes con las autoridades que no enfrentan ya ninguna pregunta que los ponga en aprietos siendo verdaderas obviedades la mayoría de las interrogantes.

Entonces con ese matiz adicional, cualquier información que brinde el gobierno conlleva un manto de duda razonable que hoy –con el diario del lunes- podemos confirmar plenamente. Pero, nobleza obliga reconocerlo, la cifra de crecimiento fue un dato cierto y divulgado por el GACH en su momento.

Larrañaga y sus cifras

2017 - el año en que las rapiñas bajaron

Por otras tiendas, en su pertinaz y obstinada forma de gestionar la cartera más complicada de todo gobierno, el ministro Larrañaga saca pecho con cifras de delitos a la baja atribuyéndose todo el crédito de la disminución. Y lo hace despreciando el factor principal que bajó todos los delitos en el mundo – menos en el Uruguay, claro- la pandemia del Covid-19.

Afirma el Ministro -impunemente- que "es la mayor caída de delitos desde 2005", y omite de forma deliberada que hubo un tiempo no muy lejano en que también bajaron las cifras de delitos (año 2017 para ser más precisos): Tiempos en que el mismo Observatorio que tanto reivindica hoy, fue objeto de descrédito por quien parece haber olvidado sus cuestionamientos a las cifras de la gestión Bonomi. Porque mire Ministro que las cifras que daba Bonomi eran del mismo Observatorio que se las prepara a Usted, del mismo.

Hoy afirma que nada cambió en ese aspecto, que es el mismo Observatorio, con las mismas autoridades y los mismos criterios (bueno, algunos criterios han cambiado drásticamente). Sin embargo, parece que hoy sí hay que creer en las cifras. ¿Será porque ahora son las que da Usted? Ni tanto ni tan poco… No ponemos en duda las cifras del Observatorio ni mucho menos, solo expresamos que le asiste una profunda incoherencia argumental para justificar hoy la validez de unas estadísticas producidas por el mismo que las dio siempre pero de quien antes desconfiaba.

Despreciar los efectos de la pandemia lo exponen al ridículo internacional por cuanto está sobradamente comprobado en todos los países del mundo que la pandemia tuvo efectos a la baja en la comisión de los delitos. No se necesita ser muy ilustrado para darnos mínima cuenta que, con la prohibición de espectáculos públicos masivos, sin espectáculos deportivos, y restricciones a las actividades nocturnas, la movilidad ciudadana ha mermado sustancialmente. Limitada a lo esencialmente admitido, así como baja la actividad, los delitos también bajan. 

Los hurtos bajan por la lógica razón de que los hogares tienen a sus dueños las 24 horas del día prácticamente, y las rapiñas bajan por la disminución de la movilidad de la gente en la vía pública, al tratarse de un delito esencialmente callejero. Y ello sin contar que en estos 9 meses casi de gestión ha declinado notoriamente la confianza en la institución policial a raíz de desgraciados hechos de abuso policial que podrán tener sus matices pero que incrementaron el nivel de desconfianza en la Policía. Uno de los logros comprobados de la administración pasada había sido el mejorar la percepción de confianza de la población en la institución policial, pero rápidamente empezaron a dar señales contradictorias que incrementaron esa percepción en pocos meses.

Y a todo esto hay que concluir que existe una duda razonable con las cifras de homicidios por cuanto la prensa reporta más casos que los que reconoce el Ministerio en sus datos y ahí hay una profunda contradicción que debería aclarar la cartera.

No se trata de generar dudas sin razón sino de poder consolidar un nivel de confianza en los datos oficiales que debe ser la razón y desvelo de todo gobernante, crear institucionalidad confiable que nos permita aportar soluciones a los problemas de la gente.

El año cierra con temas preocupantes, un año difícil por donde se lo mire, un año que todos queremos borrar de los almanaques, aunque sabemos bien que nada cambia a partir del 1º de enero próximo. Todo es parte de un proceso que debemos construir colectivamente si en verdad queremos un mejor país para vivir. 

Es momento de darse cuenta que la campaña terminó hace rato, y que ahora, tienen que gobernar…



el hombre rompía el almanaque,
el perro mordía una cañita voladora…


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