Decisiones miserables

Fuente imagen: mantisserv.com

Finalmente se regaló el avión presidencial comprado por el gobierno del ex Presidente Vázquez. ¡Sí, se regaló! Porque llamar subasta a la entrega por un precio vil que lejos de compensar empobrece aún más las arcas públicas no se puede llamar de otra manera. Con todo lo que ello implica por el cúmulo de sospechas que surgieron a poco de consumarse la almoneda a un único oferente y ante denuncias de formalidades incumplidas en el remate. La denuncia hecha pública por el infaltable Dr. Salle Lorier dejan un manto de duda sobre si se dieron todas las garantías formales de un remate público sin base ya que se denuncia que a un oferente que reunía las condiciones, no se le permitió participar en la contienda. El resultado es conocido y el Estado uruguayo recupera una ínfima parte de lo invertido en un avión multipropósito que tenía, entre sus principales cometidos, los traslados sanitarios como avión ambulancia. Todo parece indicar que fue una medida apresurada motivada más por la mísera intención de condenar al gobierno anterior por una compra que podría catalogarse de excesiva sólo para quienes deprecian la vida de los uruguayos que pudieron ser trasladados en tiempo útil para salvarse. Lo cierto es que el resultado de la subasta deja la sensación de ser un pase de factura de una bajeza moral que solo puede calificarse como miserable…

Por sus frutos los conoceréis 

Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros
con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces
                                                                      Mateo 7:16-21

El Ministro de Defensa acumula una extensa lista de actitudes mezquinas, dueño de una soberbia que desagrada a una considerable porción de la ciudadanía –a la que también gobiernan- se empeña sin disimulo en agredir constantemente con acciones como estas, olvidándose que la campaña electoral ya culminó hace bastante tiempo y es hora de gobernar para TODOS. Alguien que justifica una entrega del acervo de los uruguayos por un precio vil, con la excusa de un supuesto sobreprecio (pagado en ocasión de su compra), por un bien que estaba en uso y que cubría una carencia del Estado uruguayo como son los vuelos sanitarios. Al mismo tiempo, justifica la compra de dos "piezas de museo" como los aviones Hércules C130 para las FFAA por 30 millones de euros. Un contrasentido por donde se lo mire.

La miseria humana tiene estos tristes ejemplos con decisiones que implican un acto de soberbia extrema que –encima- nos hace más pobres. Porque podrá decirse que se pagó un precio alto por un avión Hawker del año 1979 (lo que no se dice es que la licitación fue por 2 aviones, un modelo 700 con matrícula vigente y un modelo 600 para repuestos), y que encima se le agregaba al precio el equipamiento para que el mismo cumpliera funciones de avión ambulancia.

”En realidad la operación de compra es por dos aviones Hawker, señala el informe que circula entre los blancos. Uno de ellos versión 700ª (en orden de vuelo y matriculado CX-CIB) y el segundo, versión 600ª (fuera de orden de vuelo y probablemente para ser utilizado como repuestos” –(El País, 16/01/2017)

Un conocido chef uruguayo devenido en showman y provocador mediático – Sergio Puglia- celebró la subasta en un programa de TV como si esa alegría personal representara a la mayoría de los uruguayos. La pantalla chica reproduce muchas veces lo peor de nuestra hipocresía, y este fue uno de los casos (al que suma el mismo personaje su recordada frase sobre el ANTEL Arena en “la loma del kinoto”). Si podía ser discutible festejar aquella compra lo que no admite discusión es que no da para celebrar esta “donación” encubierta que lejos de compensar significa una pérdida notoria para las arcas públicas.

Mientras tanto, al mismo protagonista de esta miserable noticia no le tembló el pulso para justificar y firmar la compra de 2 piezas de museo aeronáutico como los aviones Hércules por la friolera de 30 millones de euros. Aviones que para calentar sus motores necesitan una fortuna de combustible y otro tanto para mover las varias toneladas de fuselaje que los componen. Aviones que ya contaba la FAU en su flota, uno de los cuales debió recuperarse cuando asumió el FA el gobierno en 2005 pues estaba abandonado en Chile a la espera que se abonara la reparación que los gobiernos anteriores no cubrieron. Aviones que superan con creces el costo de mantenimiento criticado al rematado (regalado), avión presidencial uruguayo.

Aviones que cuentan con décadas de antigüedad y miles de horas de vuelo que los acercan al final de su existencia, y que tienen un costo de mantenimiento exorbitante para las arcas de un Estado uruguayo al que le imponen recortes en áreas significativamente más sensibles y productivas que estas en donde no parece considerarse la pertinencia del gasto.

En las antípodas del showman gastronómico devenido en provocador, está la señora Cristina Morán, que a sus 90 años mantiene la lucidez y el sentido común intacto. “Pienso que fue una razón política, haber vendido o rematado (el avión)… por ese precio… es no aceptar lo que hizo el otro”. (La Letra Chica, TV Ciudad, 16/10/2020)

Ese avión se debió mantener en el ámbito público, porque más allá de su costo, malvenderlo nunca puede ser un buen negocio. Pero parece ser que para las autoridades de hoy poco importa la vida de una persona –una sola vida salvada ya paga el sobreprecio argumentado- y van por el camino de la soberbia y la imposición. 

Si aquella decisión de Vázquez podía ser cuestionable, esta decisión del Ministro de Defensa no solo lo es también, sino que –además- es miserable, fundada en la venganza política más que en argumentos reales, y culmina generando más sospechas que certezas ante un precio vil que no repara nada y que ahora debe enfrentar una denuncia judicial.

Por sus frutos los conoceréis, reza el Evangelio según San Mateo, y a estar por estos frutos a menos de un año de gobierno, la cosecha será –al parecer- bastante miserable…

Links de interés sobre este tema: https://www.globalplanesearch.com/hawker_siddeley/

En esa página se puede obtener información sobre el precio de mercado de los aviones Hawker, que confirman que la subasta fue un verdadero regalo.

el hombre miraba al cielo,

   el perro ladraba su indignación…