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jueves, 1 de agosto de 2013

Contradicciones noticiosas...

Fuente imagen: http://uy.globedia.com/
En menos de una semana de diferencia, un mismo medio de prensa se contradijo de manera poco creíble al noticiar sobre la seguridad europea. El sábado 13 de julio, en el suplemento Qué Pasa  de El País, bajo el título "Europa: Aumento de la delincuencia", se hizo una crónica sobre la inseguridad padecida por ciudadanos uruguayos en Francia y España. Dos semanas después (28 de julio), el mismo matutino publicó en su sección Internacional (pág. E5): "Delitos caen en el mundo rico, pese a dificultades económicas", y -oh coincidencia!- cita a Francia nuevamente. En definitiva, la contradicción no se explica y menos con tan pocos días de diferencia. En términos estadísticos, dos semanas es nada para establecer una tendencia a la baja como la que se presentó por el medio de prensa. Algo no cierra...


Noticias consulares

Desde el consulado uruguayo en París se le manifestó al suplemento Qué Pasa "que en los últimos años ha habido un aumento de los robos en la ciudad..." Era parte de la nota: "Europa: Aumento de la delincuencia", que refería al incremento delictivo del viejo continente y las peripecias sufridas por uruguayos que padecieron sus consecuencias. 

A escasos quince días posteriores, en páginas internacionales se publicó la nota: "Delitos caen en el mundo rico, pese a dificultades económicas". La nota se dedicó a reseñar la realidad imperante en países como Estonia, Estados Unidos y Francia. Particularmente este último había sido objeto de nota diametralmente opuesta en el suplemento referido a escasas dos semanas de diferencia.

Al mismo tiempo y en la misma página -en una columna anexa- se reseña sobre "un leve aumento de delitos violentos en EE.UU y Francia...". El sesgo diferencial no está mal para interpretar -apropiadamente- los datos de delitos que tienen diferente comportamiento. Lo extraño es que se acepte como válido ese sesgo para hablar de Europa y se lo discuta a nivel local. El grado de relativización empleado en la nota al compararlo con la profunda crisis económica que padece la región, por la cual avisoran que no habrá un aumento significativo de la delincuencia, llama la atención. 

Tamaña benevolencia para describir una situación de esas no parece ser el criterio  cuando de Uruguay se trata, ya que aún cuando se detiene la curva de crecimiento delictivo de años anteriores a la era frenteamplista, se multiplican los titulares y se magnifican los datos como si se viviera en un ambiente de guerra. En suma, los criterios o las varas no son las mismas ante situaciones parecidas.

Pero lo más significativo es que en la nota donde se titula destacando la caída de los delitos en el mundo rico se resaltan "recetas" que el gobierno de Mujica -y la administración de Bonomi en particular- vienen aplicando desde hace poco tiempo. Más precisamente desde que se reformuló la estructura de la Jefatura de Policía de Montevideo (lugar donde se concentra la mayor ocurrencia de hechos delictivos).

En efecto, se destacan los recursos aplicados por Bill Bratton en Nueva York y Los Ángeles; recetas que supo trasmitir el Prof. Lawrence Sherman (asesor junto a Bratton de Giuliani) en su visita a nuestro país, y que la administración Bonomi comenzó a aplicar en la operativa policial. Los "puntos calientes", lugares de concentración de la actividad delictiva, son los sitios estratégicos donde concentrar la actividad policial, y en eso está enfrascada la Policía Nacional con el estudio de los mapas de calor que confecciona el Observatorio Nacional de Violencia y Criminalidad del MI.

Otro aspecto de la nota refiere a aspectos legislativos que han generado -según el articulista- efectos coadyuvantes a la baja delictiva. Tal el caso de la legalización del aborto en los años 70, lo que -según el economista de la Universidad de Chicago, Steven Levitt- provocó "la caída de los delitos al reducir el número de niños que creció en los barrios pobres y que estaban predispuestos al delito" (ni que lo hubiera escrito César Lombroso, el médico y criminólogo italiano, exponente del positivismo criminológico, quien afirmaba que "en realidad, para los criminales natos adultos no hay muchos remedios: es necesario o bien secuestrarlos para siempre, en los casos de los incorregibles, o suprimirlos, cuando su incorregibilidad los torna demasiado peligrosos"). El aborto legal fue una de las causas de la baja delictiva, según este economista. 

En un medio claramente opositor a la recientemente aprobada y ratificada ley de interrupción voluntaria del embarazo, vigente en nuestro país, resulta extraña (o contradictoria) la cita. Mucho más la fundamentación de la misma, por cuanto el delito habría bajado merced a los nacimientos impedidos en aplicación de esa ley. Menos gente, menos efectos de sus acciones, hasta parece obvio, pero muy determinista a mi gusto. Algo así como que, si no nace el perro no hay posibilidad para la rabia...

En definitiva, lo cierto es que con quince escasos días de diferencia, el mismo medio da muestras claras de no leerse a sí mismo (aunque justo es decir que la nota posterior es un refrito de un artículo de The Economist). Quizás parezca natural, pero en términos de coherencia periodística, resulta difícil armonizar las ideas si en tan poco tiempo se producen contradicciones de este tipo, sin explicaciones ni referencias de ningún tipo entre ambas informaciones.

Cualquier estadístico podrá coincidir que es imposible aceptar sin cuestionamientos un cambio tan significativo de una realidad que necesita por lo menos de un semestre para empezar a delinear una tendencia, (aún así ese tiempo no necesariamente marca la misma).

También es cierto que la noticia del suplemento Qué Pasa, no respeta los tiempos que el artículo posterior sí hace, cuando reseña la evolución delictual de los países europeos en los últimos años. En la primera se habla en tiempo real y de situaciones concretas que no representan por sí mismas una tendencia ni mucho menos, pero que son esas noticias que generan opinión e inciden en cada lector que, a partir de la lectura, se hace una idea del lugar de los hechos. Quien padeció un hecho delictivo no repara en los tiempos de evolución ni en las soluciones a largo plazo, lo sufre ahora y lo marca profundamente.

El artículo de The Economist termina demostrando que lo que viene aplicando el gobierno de Mujica en materia de seguridad es el camino correcto pero que -como también reconoce el artículo- lleva un tiempo lograr resultados positivos apreciables. 

La contradicción -a esta altura- es llegar a esta conclusión... leyendo El País.

el hombre se contradijo en el discurso,
el perro le ladró  contradiciéndolo... 

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