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jueves, 21 de marzo de 2013

Ya no da vivos (ni criollos) el tiempo...

Fuente imagen: http://pabloramallo.blogspot.com

Fue una corta columna que publicó en Montevideo Portal, el diputado Juan Manuel Garino, aludiendo a una supuesta "viveza criolla" de Bonomi al presentar los datos de rapiñas. Ni viveza y mucho menos criolla, porque sencillamente nadie está "de vivo" en la cartera y menos para presentar un tema tan serio y preocupante para todos los uruguayos. Se equivocó la paloma y parece que también se equivocó el diputado, porque lo que afirma es errado por donde se lo mire y explique...

¿Hola, cuántos patrulleros tiene?

Se hizo más famoso cuando desde su investidura llamaba a las seccionales consultando sobre la flota vehicular y luego hizo su aparición mediática revelando supuestas deficiencias de una cartera que no había -recién iniciada la gestión- comenzado a ejecutar su presupuesto. Al mismo tiempo que hacía eso, no reparó en el detalle que, así como suponía estar develando una ineficaz gestión del gobierno, revelaba datos sensibles para la población de cada jurisdicción policial que consultaba la que era advertida, junto con la delincuencia, sobre la capacidad operativa de una fuerza policial que debía valerse con los recursos que contaba de la anterior administración (tras cinco años de desgaste y uso de los recursos por los que se consultaba).

Ahora parece ser que Bonomi se pasa de vivo, y como tal simula las cifras de las rapiñas para hacer creer a la población que las mismas están en baja. Para ello, el diputado apela a la misma estrategia (¿casualidad?) que la fundación colorada y no repara en deformar antes que informar, para hablar de datos en forma seria y objetiva.

Se escudan en las resoluciones que resguardan información sensible para que no se utilice en desmedro de la seguridad pública (cosa que hizo en sus inicios el diputado cuando llamaba por teléfono a las comisarías), para argumentar la razón de sus errores (si es que son tales).

Lo que no dice el legislador colorado es que los datos que aportó en su columna - a los que atribuye la certeza de incluir las tentativas de rapiña- no estaban restringidos por resolución alguna, como tampoco lo están los que aporta el Observatorio Nacional sobre Violencia y Criminalidad. Por la sencilla razón de que los mismos son reflejo de las denuncias que realizan los ciudadanos sobre los hechos delictivos.

Nunca se contabilizaron las tentativas de rapiña en los años referenciados por el legislador en su columna, las tentativas fueron contempladas como un dato más a partir del año 2005 y abandonadas en su registro en el año 2009, por la irregularidad del registro (seccionales que no las registraban al entender que no había habido daño o perjuicios importantes -muchas veces- a los damnificados).
En resumen, no hay ningún "vivo" en esta cartera. Nos tomamos las cosas muy en serio, y a veces conviene estudiar mejor los datos antes de concluir falacias como las descritas.

Las rapiñas están en baja merced a los frutos que empieza a dar la reestructura de la Jefatura de Policía de Montevideo (Montevideo es donde se producen la mayor cantidad de los delitos que se reportan); pero también, gracias a una mejora en la eficacia policial generada por mejores remuneraciones, mejor equipamiento, moderna tecnología aplicada a la seguridad (comunicaciones, vehículos, armamento). No es preciso apelar a subterfugios de corto vuelo para eludir la alta responsabilidad de brindarnos (a nosotros mismos en tanto ciudadanos de este país), datos falsos que terminen influyendo en la operativa policial en forma falsa también.

Si en verdad queremos obtener resultados positivos y luchar para bajar los índices del delito lo primero es contar con una información veraz y desde ella planificar la operativa. Las tentativas de rapiña no se registran más desde el año 2009, debiera saberlo el diputado. ¿Demoró tres años en darse cuenta?

Por otra parte los datos comparativos son iguales siempre, rapiñas de un mes y año contra rapiñas del mismo mes y año anterior. De esa forma se aprecian los cambios, y se construyen las gráficas que ilustran las tendencias. Nadie contó las tentativas de rapiñas en el año pasado para restarlas este año, como afirma el diputado en su columna. Los datos contrastados son de denuncias de rapiñas consumadas en un mismo período respecto del año inmediato anterior.

La viveza criolla no corre ni corrió en esta administración. El tiempo nos marcó que esos vivos no eran tales y mucho menos criollos...

Así les fue.

el hombre estaba de vivo,
el perro, de criollo no más...

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