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domingo, 6 de marzo de 2022

¿La Policía, con el NO?

Esta semana cerró con hechos casi que consecutivos que tuvieron a la Policía como triste protagonista. Episodios de ¿abuso? policial que tuvieron aristas diferentes que terminaron metiéndose en medio de la campaña por el referéndum con un sesgo que alejan -a la fuerza civil encargada de la seguridad- de su cometido principal de defender a todos los habitantes sin que el proselitismo político incida de manera alguna en su gestión. Pero, a los desacertados mensajes que derramaron las propias autoridades de gobierno, y que se tradujeron en sendos episodios de abuso policial donde seguramente permeó la idea de "no aflojar" sin importar el precio ni las consecuencias, se sumaron otras situaciones donde la parcialidad del accionar policial dejó al desnudo la falta de ecuanimidad a la hora de aplicar la ley por parte de los encargados de hacerla cumplir. Es injustificable por donde se lo mire, por eso la pregunta vale: ¿la Policía, con el NO?

Ministro en campaña

La fuerza policial es una institución sometida a jerarquía, donde rige un orden disciplinario que responde al mando superior sin discusión. La orden se ejecuta, se cumple, siempre y cuando no entre en contradicción con la Ley. Aquello de la obediencia debida tiene sus limitaciones y las mismas fueron debidamente contempladas en la Ley Orgánica Policial.

No obstante ello, es evidente que los uniformados saben distinguir acciones e interpretar mensajes a partir de la actuación de quien tiene el mando político y es la principal jerarquía de la misma: el Ministro. Así las cosas, si los Policías ven que el Ministro participa activa y descaradamente a favor de una posición política, difícilmente actúen sin contemplar cierta inclinación a esa posición que ostenta sin pudor el titular de la cartera. Es obvio que jamás osarán desafiar al Ministro contradiciendo su postura y mucho menos, actuando en contra.

Claro que nadie exige que actúen impidiendo la manifestación por el NO, lo que se espera es que tampoco se haga con los que simpatizan con el SÍ. Porque de hacerlo, cometen un exceso imperdonable de falta de equilibrio o ecuanimidad a la hora de aplicar la ley, y nada menos que afectando la esencia misma de nuestra identidad democrática como es la de manifestar nuestra opinión y defender una idea. Es la expresión libre y soberana del pensamiento que nos otorgó la distinción mundial de ser una de las democracias plenas. Algo que, acciones de este tipo, dejan muchas dudas y deprimirán -seguramente- calificaciones futuras.

Es función de la Policía -entre otras- la de aplicar la ley a todos por igual y no con el sesgo de apoyar -descaradamente- una posición en desmedro de otra. Porque de hacerlo se podría interpretar como una definición político partidaria de la que están inhibidos los Policías (que tienen resguardado por mandato constitucional exclusivamente el voto).

En los últimos días se sucedieron varios episodios que dan cuenta de una forma de interpretar el mensaje ministerial por parte de los funcionarios policiales. 

Uno de los casos ocurrió en Treinta y Tres, cuando mujeres militantes del #VotoSí sufrieron la agresión de simpatizantes del NO, quienes les rompieron papeletas rosadas ante la pasiva mirada de policías que no intervinieron para evitar semejante exceso.

Otro caso ocurrió este domingo y refiere a la intervención de dos patrulleros ante una señora de más de 80 años que tuvo la "osadía" de ejercer su libertad de expresión exhibiendo una pancarta del #VotoSí ante una caravana de simpatizantes del NO que transitaban por la Avda. Libertador. 

Resultan injustificables semejantes actitudes policiales que los desvían de su cometido principal de ofrecer seguridad a todos los habitantes sin distinción de ningún tipo, mucho menos según su simpatía por determinada postura política. Eso les está vedado por mandato constitucional, por lo tanto debieran reparar primero que antes que lo que diga o haga el Ministro de turno, está la Constitución y la Ley que les da un marco de actuación al que se deben.

Por otra parte, el Ministro del Interior debiera abstenerse de manifestarse abiertamente por una posición en tanto es el garante del acto eleccionario. Es el Ministro Político y quien debe asegurarnos a TODOS los uruguayos, el libre ejercicio democrático sin limitación de ningún tipo. Porque es quien deberá aportar el marco de seguridad que otorgue el mejor contexto posible para que el próximo 27 de Marzo los uruguayos acudamos a las urnas libre y voluntariamente a ejercer el derecho soberano de votar.

Y no sólo el Ministro debiera considerar esa ecuánime y republicana postura sino el mismo Presidente de la República, quien va a cometer el exceso de violar la Constitución al asumir el protagonismo de defender el Voto NO en cadena nacional. Y no solo contraviniendo la Constitución sino contradiciendo lo que pensaba siendo oposición cuando gobernaba el Frente Amplio, donde expresaba: "A cualquier hijo de vecino se le exige cumplir con la Constitución a rajatabla…. el presidente de la República debería cuidarse un poco más… el gobierno es de todos los uruguayos" (publicado en El País, en diciembre de 2017) 

Buena cosa sería que desde el Ministro del Interior hasta el Presidente de la República, hicieran honor a lo que afirmaban antes.

En definitiva, gobiernan para TODOS los uruguayos...

el hombre salió por Avda. Libertador,
el perro buscaba el rastro de una heroica señora…  


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