Fuente imagen: UNICOM - Ministerio del Interior |
"Me tienen pinchado"
Quizás alguno no recuerde el episodio en ocasión de una comparecencia del ministro Bonomi al Parlamento por los cuestionamientos que hicieron legisladores que hoy son gobierno, al Sistema de Interceptaciones Telefónicas adquirido por su administración - El Guardián. Entre ellos un Ministro destituido (Germán Cardoso) y el actual Ministro de Defensa (Javier García).
Críticos acérrimos del software adquirido por la Policía para el combate al crimen organizado, pusieron cuanto obstáculo pudieron y llenaron de cuestionamientos la compra de un instrumento que no solo ofrecía más garantías sino que involucraría a otros operadores estratégicos sin los cuales no podría funcionar, como son los Jueces. En realidad, la sistematización de las escuchas a partir de un software que concentrara, ordenara y encriptara la investigación a los actores legalmente establecidos, era (es) una herramienta que marcaría un antes y un después a la hora de combatir al crimen organizado (ese que estaba un paso adelante casi siempre).
Hoy esos instrumentos, demonizados entonces, pasaron a cobrar relevancia con hechos como el de la incautación de un arma a un jugador de fútbol en un control de ruta. Y la adquiere porque la verdad de los hechos fue que existía información previa de la existencia del arma y su transporte a través de escuchas telefónicas a los detenidos, según audios de policías que se viralizaron rápidamente a las pocas horas.
Pero no solo eso -que no lo reconocerán las autoridades- es cierto, sino que además tuvieron la osadía de salir a reivindicar a la LUC como la madre de las acciones policiales que ya superaron su adolescencia a partir de normativas dispuestas muchos años atrás.
Decir hoy que los controles de ruta en ocasión de operativos policiales (sean por partidos de fútbol o por lo que fuera), son por obra y gracia de la LUC es una falsedad absoluta. Podríamos citar los cientos de Operativos Gavilán que realizó la policía a lo largo y ancho del país en la anterior administración para echar por tierra esa afirmación.
Pero, sin ir más lejos y sin dejar de lado el fútbol, en ocasión de partidos similares, la realización de controles en ruta con inspección y registro de vehículos era una constante siempre, en partidos de alto riesgo como son -lamentablemente- los partidos clásicos entre Peñarol y Nacional.
Encima, como en este caso, la utilización de instrumentos tan cuestionados antes como El Guardían, permitieron resultados con los que -en ese afán imperioso por mostrar resultados y llevar agua para su molino- terminan reconociendo lo acertado de su compra y la eficacia de su funcionamiento, por la vía de los hechos.
Por eso es que no era buena práctica aquel exagerado cuestionamiento que hicieran porque aún con los argumentos proporcionados siguieron insistiendo en su inconveniencia, hiriendo de credibilidad a un instrumento del cual hoy no dicen nada pero es una (sino la principal) razón de su "exitoso operativo".
El Guardián sigue siendo eficaz instrumento que protege la investigación, donde un Juez -el dueño de la llave digital que habilita la interceptación- dispone de una herramienta confiable y eficaz para adelantarse a los hechos y evitar una tragedia como la que pudo ocurrir si esa arma hubiera llegado a destino.
Sería bueno que las autoridades tuvieran la humildad mínima de reconocer el instrumento, y aceptar que no es a cualquier precio que se defiende una posición política como la defensa de la LUC. Fundamentalmente porque el pueblo no es tonto, tiene memoria y, si esta falla… porque, además, hay registro.
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