Sistema saturado
Al rumor de un boicot frenteamplista para no vacunarse, viralizado rápidamente por la maraña de trolls en redes y fogoneado por algunos operadores del gobierno (algunos con cargos electivos), pronto se le contrapuso la dura realidad de una absoluta desorganización logística en la organización de la vacunación.
La agenda electrónica, dispuesta por rangos etarios -anunciada para el martes 16 de marzo- fue habilitada, extrañamente, 24 horas antes, en una muestra de absoluta irresponsabilidad y falta de rigor en la comunicación oficial. Pero qué se puede esperar de un gobierno que ha desnaturalizado totalmente la vocería institucional por los canales oficiales sustituyendo los mismos por las cuentas personales de las autoridades (desde el Presidente a los Ministros), generando -muchas veces- un ruido que aturde y desinforma, al punto que deben aplicar la marcha atrás de manera recurrente.
Si anunciar una fecha de inicio de agenda y hacerlo antes de lo anunciado era poco serio, la posterior saturación del sistema hizo del instrumento un elemento de malestar y discordia que llenó el ambiente de una ciudadanía dispuesta a vacunarse contra lo que había expresado el Presidente. Sobraban brazos, pero faltó estar a la altura en la gestión con un sistema que diera respuesta a la demanda de la población.
Porque, a estar por las medidas anunciadas en la pobre conferencia de prensa, el peso de la propagación descontrolada de la pandemia está en la ciudadanía que no se vacuna, que se aglomera, que no respeta los distanciamientos, que no usa tapabocas. Sin embargo, no todo es como lo piensa y expresa el Presidente, y así como en los primeros meses de la pandemia no era mérito suyo el control de la pandemia que nos puso en la agenda internacional como ejemplo a seguir; tampoco es responsabilidad absoluta de la gente el aumento de los contagios, porque estos se pudieron evitar en gran medida si la vacunación se hubiera empezado meses antes, pero claro, se rechazaron vacunas como la Pfizer, se negaron a la Sputnik y se jugaron al mecanismo Covax, y así, fuimos los últimos en conseguirlas.
Y para rematarla, si con pocos casos confirmados en aquel 13 de marzo de 2020, prácticamente se paralizó el país; cómo se explica que con el crecimiento descontrolado de contagios que nos ponen en zona roja no se ensayen medidas de limitación de la movilidad que den tiempo suficiente a la pretendida inmunización colectiva que darán las vacunas, como lo recomienda el GACH.
Servicios especiales
Por si fuera poco, en las últimas horas una diputada de Cabildo Abierto posteó en twitter su ofrecimiento para gestionar agenda para vacunarse debiendo aportar datos personales en lo que constituye una práctica con segundas intenciones electorales por más que lo disfracen de generosa colaboración. Prestamente el propio Ministro de Salud Pública salió a cortar grueso afirmando que los únicos medios de agenda para vacunarse eran los oficiales, obligando a la cabildante diputada a eliminar su posteo con burdas explicaciones que nadie cree.
Sería buena medida que se transparenten los procedimientos aclarando el por qué se adelantó el inicio de la agenda, dando la posibilidad de pensar que se hizo para beneficiar a quienes sabían de esa decisión aventajando al común de los uruguayos que no accedieron a esa información privilegiada.
Sería buena cosa que se corrija rápidamente el sistema de agenda y que el mismo sea un instrumento que facilite la vacunación y no un elemento que sume más preocupación ante la imposibilidad manifiesta de poder agendarse por estar saturado el sistema.
Flaco favor le hace al gobierno sembrar este malhumor en una ciudadanía que asiste con mucha preocupación al incremento descontrolado de la pandemia y que aspira a obtener la inmunización con una vacuna que finalmente llegó pero que todavía es inaccesible a pesar de la expresa voluntad de recibirla.
Basta ya de seguir afirmando que la culpa es de la gente y que esta es la única responsable del incremento de los contagios. Es hora de ajustar rápidamente los procedimientos, acompañar la vacunación con una intensa campaña de concientización que contribuya a lograr la mayor inmunización en el menor tiempo posible de manera que nos acerque rápidamente a esa protección de rebaño que ponga fin a esta curva de crecimiento sostenido de contagios que nos afecta.
De ser los mejores de la región a los peores nos llevó pocos meses, en América superamos a Brasil en número de contagiados por millón de habitantes y estamos en el tercer lugar mundial (detrás de Francia e Italia).
Esperamos que pronto se dé solución efectiva a los problemas generados y los uruguayos puedan acceder a agendarse para recibir la vacuna, sin que se necesite de la voluntad de algún "generoso" diputado/a que ofrezca su gestión para obtener lo que por derecho nos corresponde.
Nos habíamos acostumbrado tanto a que internet no se corte y que los sistemas informáticos funcionaran que este tipo de inconvenientes nos llevan a mal pensar que hay gato encerrado.
Ojalá nos equivoquemos y solo haya sido un error informático.
No queremos Agendados VIP en ningún caso, mucho menos cuando de la salud de todos los uruguayos se trata.
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