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lunes, 20 de mayo de 2013

Los monos de Canessa

Fuente imagen: es.123rf.com

Fueron unos cientos autoconvocados (muchísimos menos de los tres mil que reseñó El País), que venían preparando desde hacía un mes la movida. En las últimas semanas tuvo el aditivo de una velada y manifiesta operación mediática que ya quisieran tener otros personajes, en ciernes de tiempos electorales. Lo que en un principio parecía ser una concentración ciudadana, se desenmascaró rápidamente desde el estrado improvisado en los Portones de Carrasco. Al mismo tiempo que por allí los monos de Canessa “se subían a los autos” (sic), en Tres Ombúes decenas de niños hacían cola para sacarse fotos con Bonomi y pedirle autógrafos en ocasión de celebrarse la Mesa Política del FA en una carpa donde habían más de trescientas personas (sin necesidad de agregar ningún cero a la cifra).

Se lo pudo ver en los días previos y en la mañana del mismo viernes 17 de mayo por cuanto espacio televisivo o radial hubiera. Bueno, por casi todos podríamos decir porque hubo medios de fuerte presencia todos los días en el termómetro de la opinión pública uruguaya que no se subieron al circo planificadamente montado para ese día. Nos referimos a El Espectador, por citar uno de los tantos que no se sumaron a la opereta.

Resultó extraño ver al locuaz portavoz de la iniciativa –invitado por los organizadores según se anunció luego- recorrer el espinel mañanero de la TV abierta montevideana y, con desenfrenada verborragia, aludir a los "graves" problemas de inseguridad que vive la población de Carrasco (que no se corresponde con los datos oficiales ni con la realidad de una zona que ostenta niveles de seguridad europeos absolutamente comprobables).

Compartiendo parte de su discurso, se podría decir que se aprendió muy bien el libreto y el punto de partida de su arenga fue siempre el mismo: no esperar nada sino de nosotros mismos, invitar a participar a la gente, convocar a juntarse para hacer algo por el colectivo... No, no era el ministro Bonomi, era Canessa, quien tomaba expresiones que no eran suyas sino del titular de la cartera que desde el inicio de su gestión mantuvo claro que, sin participación ciudadana, la seguridad no tendría soluciones definitivas. Una participación activa, sin que ello signifique sustitución alguna de la fuerza policial, pero sí marcando presencia, adueñándose de los espacios públicos y dando rienda suelta al pleno y sano ejercicio de los derechos ciudadanos.

Hasta esa parte, todos llevamos el discurso de Canessa, porque no es más que la reiteración de una prédica que pareció haber entendido recién un colectivo que reacciona sólo cuando son afectados sus intereses particulares y poco le importaba cuando eran otros barrios los que protagonizaban las noticias. Y sin importar el desglose de los eventos que vive una y otra circunscripción territorial, que son muy diferentes por cierto.

En las antípodas del reclamo de renuncias y no pago de impuestos (arengas sostenidas en la concentración de Carrasco), en Tres Ombúes se juntaron vecinos para proponer y hacer cosas junto al gobierno. Fueron a escuchar el lanzamiento del Plan 7 zonas y, particularmente, sobre proyectos para su barrio. Allí aplaudieron esperanzados los anuncios de un Centro Cívico y espacios de recreación (entre ellos la primera cancha pública de césped sintético que se construirá en Montevideo). También el anuncio de la iluminación de 40 cuadras de barrio que son algunas de las intervenciones anunciadas en el documento Estrategia por la Vida y la Convivencia, que comienzan a concretarse tras la interacción de varios organismos del Estado y la ciudadanía organizada.

Las motivaciones fueron claramente diferentes en ambos lados. Mientras en Carrasco se trató de una operación política en medio de la puja electoral interna de un partido, en el otro extremo de la ciudad, centenares de vecinos fueron a escuchar y ser escuchados. Como aquella vecina que pidió a los ministros presentes, al alcalde del Municipio A y a la Presidenta del FA, que querían “dejar de ser la cantera del zorro, para ser un barrio”. Visiblemente emocionada, hizo oír su reclamo fuerte y claro en representación de muchos vecinos que al igual que ella quieren contar con los servicios básicos ciudadanos. Que no se le conozca por ser lugar de “enterradero” de vehículos robados, sino simplemente ser un barrio. Pero el reclamo no se acababa en la simple demanda, allí estaba ella y muchos más para asumir el compromiso de construir juntos ese espacio territorial que hace parte de su vida y que merecen refundar como un barrio más del oeste montevideano.

Cuentan asistentes a la otra convocatoria, la del este (en Portones de Carrasco), que en momentos de arengarse pidiendo la renuncia de Bonomi por parte de uno de los organizadores, emprendieron la retirada decenas de vecinos que comprobaron que la finalidad de la movida no era otra cosa que  una convocatoria ciudadana camuflada de intereses políticos manifiestos.

Resulta llamativo que esta movida ocurra ahora, cuando la zona opera significativos cambios relacionados con los hechos denunciados en la Seccional 14. Efectivamente, en momentos en que el Ministerio del Interior tomó cartas en un tema tan sensible como la respuesta policial y llamó a responsabilidad a los directos involucrados en la omisión operada en el lugar, resulta extraño que se den reclamos de este tipo que no representan fielmente la realidad del lugar.

Y no la representan pues es significativa una mayor presencia policial donde no solo la Jefatura de Montevideo está presente sino también la Guardia Republicana, por directo mandato de un Ministro que no está dispuesto a tolerar más omisiones como las ocurridas en la 14. Y eso lo conocían bien los organizadores de esa concentración, pero aún así, convocaron a la misma como si no se hubiera dado ninguna respuesta al respecto y el omiso fuera Bonomi y su equipo.

Los procesos de reestructuras son harto complicados, y muchas veces llevan tiempos de instrumentación que parecen no contemplar la ansiedad de la gente (que tiene necesidades inmediatas). No obstante lo cual, sin desatender esas necesidades, esta reestructura vino para quedarse y desplegarse con el convencido objetivo que dará respuestas efectivas en el futuro inmediato, ni bien se consolide y venza (como lo hará) resistencias inherentes a procesos de cambio. Mientras tanto, aprovecharán este tiempo para perseguir sus fines tribuneros los que tuvieron su oportunidad y nada hicieron décadas atrás, pero hoy rasgan sus vestiduras como si los uruguayos no tuviéramos memoria.

El viernes 17 de mayo será recordado –principalmente- no por una concentración ciudadana en reclamo de seguridad sino por el “blooper” verbal del principal orador, que fue destacado por muchos en las redes sociales.

Al pretender repetir una de las metáforas que utilizó en su gira televisiva seguramente su condición patricia le jugó una mala pasada cuando expresó: "tenemos que hacer como los monos, que cuando viene el león se suben todos al auto" (sic).

Tal parece que los monos de Canessa andan en auto, con lo cual demuestra que tan mal no andan, respecto de otros monos. Por otra parte, la comparación no fue muy feliz que digamos por cuanto comparó a los ciudadanos allí presentes con monos. Que andan en auto sí, pero monos al fin de cuentas.

Sería bueno preguntarle en qué andan los leones de su relato…

Para no quedar a pie, ¿vió?
el hombre escuchó el furcio,
el perro aprovechó y se le subió al auto...

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