Un fin de semana al otro lado del “río grande como mar” bastó para percibir en carne propia los aspectos que hacen a la sensación de inseguridad o seguridad que experimenta cualquier persona respecto a un entorno más o menos familiar. En este caso, la ajenidad del mismo fue suficiente para sentir esa rara sensación de sentirse menos seguro según las circunstancias o el lugar.