Lanzada sin anuncio previo (a la espera de la reacción de la opinión pública y de los medios de difusión), esta campaña de comunicación alcanzó el pico de impacto esperado instalándose en la opinión pública de manera casi inmediata. Algo previsto y que lejos de menguar, potencia su finalidad concreta: derribar la estigmatización de los barrios de Montevideo, atribuida al accionar de la Policía.