La privación de libertad adolescente se ofrece hoy como un verdadero campo de prueba para atender la problemática de la inseguridad. La llegada de una gestión “evangelizadora” como la que está imponiendo su presidente – Lic. Jaime Saavedra- abre un tiempo de esperanza donde otra forma de gestión basada en el diálogo y la comprensión (antes que la represión y el encierro), se ofrece como alternativa válida y posible. Las oportunidades empiezan a ocupar espacios donde antes había cerrojo y castigo. El laboratorio de Saavedra está en marcha...